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 domingo, 05 de octubre de 2003

Naturismo
Armonizándonos con las estaciones

Al igual que cambiamos nuestra vestimenta en cada estación del año para adaptarnos al entorno, también cambian nuestras necesidades y hábitos alimenticios. Nuestro organismo tiene distintos requerimientos de acuerdo a cada estación.

Las legumbres, los frutos secos y los cereales son alimentos que aportan las calorías que el organismo necesita durante el invierno, y las frutas, las ensaladas y las verduras frescas constituyen una dieta más ligera para la etapa del verano donde el requerimiento energético es menor.

Es diferente la proliferación de gérmenes en las distintas estaciones del año. Asimismo, las enfermedades relacionadas con la temperatura y la climatología presentan diferentes modalidades que se agravan o mejoran con el frío, el calor, la humedad o el viento. Por esta razón, tanto la alimentación como el uso de complementos dietéticos y las cantidades, deben ser diferentes.

Hoy podemos consumir cualquier producto durante todo el año, pero es importante que procuremos consumir en cada estación las frutas, verduras y hortalizas propias de cada una de ellas, pues resultan más económicas y nos aportan mayor cantidad de nutrientes que las conservadas. La naturaleza no es caprichosa y nos ofrece en cada período los recursos necesarios para la subsistencia. Algunas recomendaciones son:

* Buscar el producto que mejor se adapte a nuestro organismo.

* Estar atentos al clima, pues pueden existir ciclos de temperaturas anormales que nos obliguen a retrasar o adelantar el cambio de la dieta.

* Tener presente las modificaciones de la actividad diaria. Hay personas que en determinada época del año están sometidas a un ritmo de trabajo mayor, con lo cual sus requerimientos pueden variar.

* Si consumimos complementos, respetar las formas y frecuencias de uso y nunca sobrepasar la dosificación para obtener antes los resultados deseados.


Diferentes épocas del año
Primavera. Helioterapia: es la época más adecuada para la exposición solar prudente, porque las temperaturas son moderadas y la radiación solar de intensidad media.

Complementos aconsejados: germen de trigo, levadura de cerveza, polen y ajo (buen depurativo).

Verano. Hidroterapia: es el momento ideal por lo benigno de las temperaturas y también para prestar especial atención a la cantidad de agua que perdemos diariamente por el calor y la sudoración.

Complementos aconsejados: jalea real y polen.

Otoño. Debemos preparar el organismo para la etapa invernal, activando el sistema defensivo para evitar los agentes infecciosos que proliferan en esta época.

Fangoterapia: es recomendable su aplicación durante 8 a 10 días para descongestionar el aparato digestivo después del período estival.

Complementos aconsejados: limon y vitamina C, miel, magnesio y algas.

Invierno. Helioterapia: todas las personas, pero especialmente aquellas con problemas óseos, deben recordar la importancia de las exposiciones solares para mantener un buen estado del metabolismo del calcio, aunque para ello deban elegir las horas del mediodía.

Complementos aconsejados: miel, limón, vitamina C, lecitina, magnesio, ajo y fibra.

Recordar que podemos encontrar en los profesionales de la nutrición la ayuda necesaria para una correcta adaptación de nuestra dieta.

Laura Locascio, asesora naturista. [email protected]

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