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 domingo, 05 de octubre de 2003

Premios Magazine: una noche especial en la que hasta las estrellas lloraron
La 11ª entrega de los Magazine fue una fiesta para la ciudad. Fito cerró a todo rock y la hizo cantar a Mirtha

Pedro Squillaci / La Capital

"No hay mejor beso que el que te dan en tu casa". La emblemática frase la dijo Fito Páez anteanoche, segundos después de recibir el Magazine de Oro en la 11ª edición de los premios más famosos de Rosario ante un teatro Broadway colmado de estrellas. El cierre rockero con Fito y una banda rosarina sirvió para ponerle el broche de jerarquía a una ceremonia, que contó con figuras de la talla de Mirtha Legrand, Nacha Guevara, Eduardo Delgado y Carlos Perciavale. La emoción, que no estaba en la lista de invitados, estuvo presente en toda la noche.

El respeto que ganó el Magazine, en base a un reconocimiento que le hace el periodista Carlos Bermejo a personalidades del arte, la cultura, el periodismo y la literatura, es cosa juzgada. Cuando se pronuncia la palabra Magazine nadie pregunta de qué se trata, ni la gente de la ciudad -que lo sigue año a año por la tele- ni los artistas porteños, que acuden agradecidos a la convocatoria.

"Adoro a los Magazine. Creo que este es el cuarto que tengo", dijo Mirtha Legrand mientras ingresaba al hall del Broadway rodeada de periodistas y de un público cholulo. Mirtha llegó a las 21, media hora después del horario citado, como corresponde a una estrella de su talla. De rosa radiante y con una silueta envidiable, la gente le gritaba "bravo Chiqui" mientras la aplaudía y le miraba sus ojos cristalinos en un rostro que acusa el paso de los años.

Unos minutos antes que ella había llegado Nacha Guevara, en su día de cumpleaños número 64, luciendo un modelito muy veinteañero, lentes de contacto azules, cabellos ensortijados y un escote que evidenciaba el trabajo de un buen cirujano. "Permítame decirle que está hermosa", le confesó un movilero local, y Nacha agradeció el gesto.

A las 21.30 arrancó la ceremonia, mientras Antonio Tarragó Ros se acomodaba y le ponía cara de buenos amigos a Chela, la secretaria de Bermejo, que lo llevó de la mano a la butaca interrumpiendo una nota que estaba saliendo al aire. Rigores del glamour.

La presentación con rayos laser cruzando el largo de la sala sorprendió a todos. Hasta a la primera fila de notables integrada por Juan Carlos Saravia, Carlos Perciavalle, Miguel Lifschitz, Marcelo Muniagurria, Mirtha Legrand, Alberto Gollán, Fito Páez, Coki Debernardi, Nacha Guevara y Eduardo Mignogna.

El actor Luis Machín le dedicó el Magazine a su madre y muy especialmente a su abuela: "Ella tiene más de cien años y me sigue viendo por televisión". Y reclamó a los productores locales que hagan ficción para que puedan trabajar los actores de la ciudad. Aplausos y a la próxima entrega.

El crédito del diario La Capital, Osvaldo Aguirre, recibió su premio en reconocimiento a su trayectoria como investigador. "El periodista escribe el borrador de la historia", afirmó Aguirre. Entre los colegas locales que recibieron una distinción, Araceli "Toti" Colombo se llevó el suyo por el micro "La colifata", de Radio Dos, y "De 12 a 14" se adjudicó el Magazine de Platino por sus 20 años en el aire.


Aterrizaje forzozo
Bermejo y Gachi Santone se mostraron sueltos arriba del escenario aunque los nervios del momento eran imposibles de ocultar. "A ver las azafatas, estén atentas ahí" les dijo Carlos a las secretarias que acompañaban a las estrellas a bajar las escaleras. Es que el diseñador Horace Llanes casi besa el piso del teatro, Magazine en mano, cuando iba derecho a darle un beso a Mirtha. Papelón, música, y que siga el show.

La primera gran ovación de la noche fue para Guillermo Rico y Jorge Luz, quienes llegaron en representación de Los cinco grandes del buen humor. Rico no paraba de llorar desde su butaca mientras Bermejo los presentaba, y la emoción invadió la sala. Luz estuvo muy lejos de su Porota tan querida por la gente. Las lágrimas le empañaron los lentes y su voz se quebró cada dos minutos preso de la emoción.

Elena Lucena también se llevó el aplauso de pie de los presentes. Comenzó a hablar con todo el tiempo del mundo y parecía que se quedaba a vivir en el escenario. El "ohhh" generalizado copó las plateas cuando dijo que tenía 89 años, y las sonrisas llegaron cuando confesó que hacía mucho que no se ponía una peluca rubia para salir a una fiesta.

A todo esto, Mirtha y el presidente de Televisión Litoral hablaban como grandes amigos, Fito (de traje, remera y zapatillas) observaba atentamente la velada mientras no paraba de tocarse la barba, y Carlos Perciavale se acomodaba el traje que acababa de estrenar. "Es un traje inglés que me hizo el sastre de Elton John", confesó minutos antes de la ceremonia, a la que entró subido arriba de unas zapatillas con plataforma propias de un astronauta.

Páez se comió el cierre. Recibió el Oro, recordó su paso por los bares de la ciudad y se enorgulleció de formar parte de una movida grossa en los 70 y 80. Fuera de repertorio eligió abrir a capella con "Yo vengo a ofrecer mi corazón" y con fraseos a lo Goyeneche conmovió a la platea. En compañía de Gonzalo Aloras, Coki, Vandera y Emiliana Arias (un combo 100 por 100 rosarino) tocó "Volver a mí", "Salir al sol" y "Mariposa technicolor", coreada hasta por la mismísima señora de los almuerzos.

El final fue el clásico, con todos abrazados, mezclándose, y mostrando a la gente el galardón obtenido. Pero algo era distinto. A este Magazine había que agarrarlo con las dos manos, pero más fuerte con la del corazón.

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Los galardonados levantan el Magazine.

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