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 sábado, 04 de octubre de 2003

Ver, denunciar y después morir

Los familiares y representantes de Diego Sequeira sostienen que el joven, de 21 años, fue asesinado en el penal de Las Flores "por algo que vio y de lo que no nos vamos a poder enterar nunca". Su mamá, Nora Viano, sabe que tres días antes de aparecer colgado en la celda de castigo, su hijo denunció "algo" en el juzgado de Instrucción Nº8 de Santa Fe. Tal reporte "desapareció" después de su muerte y la mujer asegura que no se trataba sólo de una nueva presentación por apremios. "Diego denunció algo que vio y que era mucho más grave que las golpizas de siempre", sostuvo.

Viano escuchaba a menudo las irregularidades que su hijo veía en el penal, que vinculaban a guardiacárceles con la venta de drogas o la entrega de armas a los reclusos, que luego podrían ser utilizadas en fugas o motines. Recuerda con precisión cada uno de esos relatos, y los pedidos del muchacho para que lo trasladaran a otro penal en resguardo de su integridad física.

Sequeira estaba recluido en una celda de castigo después de haber pedido un traslado por temor a ser asesinado. Sostenía que una celda común corría peligro su vida. Días antes de su muerte le había comentado a su familia que estaba contento porque el traslado era factible. Esa fue una de las causas por las que nunca creyeron que se hubiera suicidado. Además, el cuerpo presentaba signos de tormentos -golpizas y quemaduras de cigarrillo-, cuando fue entregado a la familia.

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