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 sábado, 04 de octubre de 2003

Dura reacción del gobierno plasmada en una rápida acusación
Giacomino, ex jefe de la Federal, ya fue denunciado ante la Justicia
Afronta cargos por la contratación de empresas de computación que pertenecen a familiares suyos

En trámite inusual por lo expeditivo, el desplazado jefe de la Policía Federal Roberto Giacomino, calificado por el gobierno como un "sinvergüenza" y "corrupto", fue denunciado ayer ante la Justicia federal por el Departamento de Asuntos Internos de la fuerza. El jefe policial, que se enteró de su destitución cuando estaba en visita oficial en Francia, no cumplió con la orden de regresar de inmediato al país (que se le cursó anteayer), y ayer fue involucrado también en una denuncia por la compra directa de patrulleros Peugeot 206.

Así, las policías Federal y Bonaerense, principales fuerzas de seguridad del país, quedaron descabezadas en menos de dos meses a raíz de casos de corrupción y tanto el gobierno nacional como el provincial no designaron nuevos jefes.

"El jefe de la policía sigo siendo yo porque la responsabilidad política es indelegable", puntualizó ayer el gobernador bonaerense, Felipe Solá, mientras su ministro de Seguridad, Juan José Alvarez, dijo que "por ahora y en el próximo tiempo" no habrá "ningún cambio en la estructura policial".

La decisión de relevar a Giacomino, quien había sido ratificado en el cargo cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia, se tomó a toda velocidad para evitar que fuera una remoción impuesta desde los medios. "Se tiene que ir", fue la lacónica frase del jefe del Estado cuando el ministro de Justicia, Gustavo Beliz, lo informó de la denuncia.

La rápida decisión fue para marcar una impronta diferente a otras que se recuerdan en la Casa Rosada y, además, el estilo marcó una sintonía con el gobierno bonaerense, que desplazó al comisario general Julio Frutos, de la Secretaría de Seguridad y a Héctor Díaz, que ocupaba la direccción de Coordinación Operativa, ambos de la segunda fuerza policial en importancia del país, que ya lleva dos meses sin jefe.

El encargado de fijar la estrategia fue el propio jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien dijo que se acabaron "los días donde el gobierno terminaba siendo cómplice de los sinvergüenzas y mandándolos a la Justicia para que resuelva", y advirtió que la misma suerte correrán "aquellos que actúen de la misma forma", que el ex jefe policial que fue echado anteayer de su cargo.

Giacomino fue desplazado por orden presidencial cuando se denunció que habría contratado a empresas de computación que pertenecerían a familiares suyos por casi dos millones de pesos.

Según la investigación, la contratación realizada por Giacomino dos días antes de la asunción de Kirchner fue efectuada con "elevados sobreprecios", y el jefe policial eludió un informe técnico que desaconsejaba ese negocio.

Beliz dijo ayer que "en el transcurso de los próximos siete días, como mínimo" se tomará la decisión de su sucesor, porque "hay que analizarlo con mucha calma" y precisó que, "mientras tanto, queda a cargo la línea de sucesión natural".

Hasta ayer, el actual subjefe de la fuerza, comisario general Eduardo Prados, quedó a cargo de la fuerza por ser el miembro de la cúpula policial con mayor jerarquía. Pero la "calma" para analizar su eventual designación es para constatar qué ascendiente tiene entre sus subordinados.

La primer denuncia de Giacomino ante la Justicia llegó ayer de parte de la división Asuntos Internos de la Federal y recayó en el juzgado federal 9 a cargo de Juan José Galeano, que abarca también al destituído superintendente de Bienestar de la fuerza, Raúl Pigretti, y varios familiares del ex jefe policial.


Tenía denuncias anteriores
Además se conoció otra denuncia contra Giacomino, que según pudo saberse, Asuntos Internos había elevado al Ministerio de Justicia hace tres meses. El comisario inspector retirado de la Policía Federal, Julio Argentino Aguirre, socio de una firma que tenía la concesión de una confitería del hospital Churruca, denunció meses atrás ante la Justicia Federal y ante el fuero en lo Penal Económico que las autoridades de la fuerza le rescindieron el contrato para entregarle el predio a otra empresa perteneciente a "amigos" de la plana mayor que facturan "en negro".

En tanto, la Oficina Anticorrupción -que depende del Ministerio de Justicia- evalúa la documentación sobre las contrataciones directas que realizó Giacomino, para presentar pasado mañana otra denuncia penal en su contra ante la Justicia.

El ministro Beliz negó ayer la posibilidad de que el expulsado titular de la Policía Federal pueda ser detenido a su arribo al aeropuerto de Ezeiza proveniente de París, donde se encontraba en un viaje oficial cuando fue informado de su remoción telefónicamente.

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, dijo ayer que la destitución de Giacomino, se produjo porque "cuando los elementos son contundentes, no hay mucho que discutir".

Fernández advirtió también que "en caso de que se confirme" la contratación irregular de equipos de computación a empresas de familiares "se tiene que ser más duro" con la sanción.

Además, la Cámara Federal tiene a estudio un planteo de "falta de acción" interpuesto en una causa en la que Giacomino es uno de los que aparecen investigados por una contratación directa para la compra de patrulleros. (Télam)

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Felipe Solá: "El jefe de la Bonaerense soy yo".

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