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 domingo, 28 de septiembre de 2003

Las colonias israelíes no dejan de crecer
Departamentos vacíos se erigen en el desierto, con el obvio objetivo de la política del hecho consumado

Ofira Koopmans

Asentamientos de Gush Katif, Franja de Gaza. - Las decenas de casas blancas de una planta con tejados rojos, diseminadas por la arena y separadas del mar Mediterráneo sólo por una estrecha carretera hacen que el lugar parezca una aldea de vacaciones. Sin embargo, la arena ha encontrado la manera de entrar a través de las puertas abiertas y las ventanas sin sellar y las casas esperan tristemente la llegada de nuevos habitantes. Están situadas en Peat Sade, un asentamiento judío en el sur de la Franja de Gaza.

Cada pocos cientos de metros, puestos del Ejército en los que ondean banderas israelíes flanquean la carretera principal que lleva hasta el asentamiento. El camino está despejado de vegetación, para proporcionar a los soldados una visión clara en caso de que se acerque algún extremista palestino. La organización israelí Paz Ahora considera que hay al menos 200 bungalows vacíos de este tipo en el bloque de asentamientos de Gush Katif -del que Peat Sade forma parte- que nunca fueron vendidos.

Aun así, el 31 de julio pasado Israel emitió una licitación de obras para la construcción de 22 nuevas unidades de viviendas en Neve Dekalim, el mayor asentamiento del conjunto. Al otro lado de la valla que rodea a Neve Dekalim se encuentra Gadid, donde otra veintena de casas que pertenecían a un centro de absorción para nuevos inmigrantes ahora en desuso, continúan vacías.

Eran Sternberg, portavoz del consejo de colonos de Gush Katif, califica de "sinsentido" el argumento de Paz Ahora de que las casas vacías demuestran que no hay necesidad de construir otras nuevas.

Todas las casas vacías en Gush Katif fueron edificadas por el mismo constructor hace varios años. Son bungalows estándar de 72 metros cuadrados con dos dormitorios y un salón. Por ello no sirven para las familias grandes, explica. "Yo vivo en una casa pequeña como esa. Quiero mudarme a una casa más grande, porque cuatro niños en una habitación es demasiado", comenta Sternberg. "La licitación de obras que el gobierno lanzó es un proyecto del tipo «construye tu propia casa», lo que significa que cada familia puede construir de acuerdo con sus necesidades".

Neve Dekalim está lleno, insiste, y las parejas de este asentamiento urbano no se pueden mudar al vecino Gadid, que es más agricultor. "No funciona de ese modo. Es un asentamiento separado con un carácter diferente", afirma, y añade: "Por ello, esa licitación es muy, muy esencial".

Pero Dror Etkes, que supervisa la actividad de asentamientos israelíes para Paz Ahora, considera el proyecto de construcción de nuevas viviendas "otro intento de apuñalar por la espalda al proceso de paz". "Tanto la localización como el momento están claros", dice en referencia a la suposición de que Israel tendrá que evacuar todos los asentamientos de la Franja de Gaza en el marco de cualquier acuerdo de paz futuro con los palestinos, incluso si le permiten anexionarse algunos asentamientos clave en Cisjordania.

Según Etkes, continúa una "construcción masiva", sobre todo en Cisjordania, a pesar del plan de paz internacional Hoja de Ruta, que prevé la congelación de cualquier actividad de los asentamientos, incluido su crecimiento natural.

En la actualidad, en los asentamientos de Cisjordania y la Franja de Gaza están en construcción "activa" unos 3.525 departamentos, según las últimas cifras de la Oficina Central de Estadísticas de Israel, que se refieren al primer trimestre de 2003. A ello hay que añadir que los constructores han comenzado las tareas para otros 138 departamentos nuevos y han completado 587 más.

La construcción refleja el hecho de que pese a tres años de sangrientos enfrentamientos en la región, el número de colonos sigue creciendo tres veces más rápido que la población general en Israel. Aunque algunos asentamientos como el de Peat Sade tengan dificultades para atraer a nuevos habitantes, otros más grandes -sobre todo dos ultraortodoxos, el de Beitar Illit, al oeste de Belén, y Modiin Illit, en Ramala- siguen creciendo. Sólo la mitad de su crecimiento se debe a nuevas llegadas, el resto se produce por nacimientos.

El gabinete derechista del primer ministro, Ariel Sharon, aceptó la Hoja de Ruta. Sin embargo, Sharon le dijo al secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, que no iba a aceptar una congelación completa de los asentamientos, lo que incluye la construcción dentro de los complejos ya existentes en función del crecimiento natural de los mismos.

"¿Qué quiere, que una muchacha embarazada aborte sólo porque es una colona judía?", le preguntó a Powell durante un almuerzo en Jerusalén, según la prensa israelí.

Y Sharon le aseguró a su gabinete: "Ellos (los colonos) pueden construir en los asentamientos, pero no deberían hablar sobre ello y ponerse a bailar cada vez que reciben un permiso de construcción. Que construyan sin hablar". (DPA)

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