Año CXXXVI Nº 49977
Política
Economía
La Ciudad
Opinión
Información Gral
El Mundo
Escenario
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Educación
Campo


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 21/09
Mujer 21/09
Economía 21/09
Señales 21/09


contacto

servicios

Institucional

 sábado, 27 de septiembre de 2003

Santiago Sarandon: "Falta visión crítica en la agricultura"
El agroecólogo advirtió sobre el impacto de los cambios tecnológicos en el campo

Santiago Sarandon es docente de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de la Plata y estuvo en Rosario invitado por la escuela de graduados de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR para dictar un posgrado sobre agroecología, una disciplina relativamente nueva que apunta a establecer los criterios de una agricultura sustentable. Para Sarandon, se trata de una disciplina "que va avanzando pero también es polémica porque propone un pensamiento crítico y eso genera resquemores". El especialista alertó sobre el impacto de los grandes cambios productivos y reclamó una "visión crítica" de los organismos públicos, como las universidades.

-¿Qué es la agroecología?

-Es un nuevo campo dentro de la agronomía, una nueva disciplina científica, que nace a partir de la percepción que hay en el mundo y en la Argentina de ciertos problemas que tiene cierto tipo de agricultura. Y que se requiere mayor conocimiento de los sistemas agropecuarios, entendiéndolos como agrosistema. Pasa por la aplicación de los fundamentos y conocimientos de la ecología al manejo de los sistemas agropecuarios, para tratar de lograr una agricultura sustentable. Una agricultura que alimente a esta generación y a las futuras generaciones.

-¿Cuándo se empezó a ver esto como una problemática?

-El Inta lo empezó a ver en los 90. Llegó un momento en que se vio que esta agricultura tiene tantos problemas que hace dudar que sea sustentable. Impactos sobre suelos, sobre la diversidad, salinización, desertificación, uso de plaguicidas, contaminación. Esto motivó una preocupación: ¿a dónde nos lleva esta agricultura tan tecnificada? El caso de la soja. Hay preocupación por el excesivo avance de la soja, no por la soja en sí, sino porque se está tendiendo al monocultivo. Existe el temor de crear grandes desiertos vegetales. La soja es un cultivo que deja poca materia orgánica. Eso hace que haya poca reposición de la materia orgánica del suelo, que se desgasta, se erosiona, empiezan a aparecer plagas y enfermedades. Y eso motivó una gran preocupación.

-¿Es peligroso el avance del monocultivo?

-Mi idea es que esto es una gran locura. Y que frente a esta problema alguien debe hacer algo. Nadie sabe qué fuerzas mueven de golpe que toda una región del país está bajo un solo cultivo. Todo el mundo empezó a reconocer ahora que esto es un problema. Sin embargo, todos tienen alguna razón: el productor, porque es más rentable, las empresas porque proveen la tecnología y funciona, los municipios administradores de los recursos naturales no sienten que tengan que ser partícipes de estas decisiones, las universidades enseñan casi exclusivamente lo que se usa. No hay un punto de vista crítico, sobre todo desde la universidad, sobre las consecuencias que tienen ciertas prácticas agrícolas. Cambian millones de hectáreas de producción, patrones tecnológicos que tienen un impacto muy grande, y la universidad no sale a discutir esto. Muchas veces se considera que la agricultura es una actividad que no tiene mucho impacto porque su efecto está diluido. La gente tiende a pensar que es mucho más contaminante el Riachuelo, porque ve el río contaminado y podrido, que ciertas prácticas que se dan en el campo. Pero los millones y millones de productos que se aplican en el campo, las millones y millones de toneladas de suelo que se pierden, y las millones y millones de hectáreas que se hacen, hacen que el impacto sea muy grande. Hay dificultad para entender cómo funcionan los agroecosistemas. Y eso es lo que la agroecología intenta hacer.

-¿Se instaló como disciplina?

-Estamos avanzando. Pero es una disciplina nueva, polémica, cuestionada. A veces no es entendida. Porque todo lo que tenga que ver con una postura crítica genera ciertos resquemores. Pero a la larga es una postura racional.

-Incluso esta preocupación la están tomando los productores más grandes.

-Por eso, es un buen momento. Es un mal momento y por eso es un buen momento. Porque todo el mundo está preocupado y ya hay muchos problemas.

-Agroecología se asocia muchas veces a la agricultura orgánica o a los intensivos.

-La agroecología no se contrapone para nada con la agricultura extensiva. La agricultura orgánica es un estilo de agricultura, basada en ciertas normas. Incluso habría que discutir si todos los sistemas orgánicos son sustentables. ¿Y dónde se puede aplicar la agroecología? Pequeño, mediano y gran productor, sistemas intensivos y extensivos. En cada sistema la agroecología intenta encontrar los problemas, entender los componentes que hay, las relaciones, si están balanceados, si se puede mantener en el futuro y tratar de que duren en el tiempo.

-Cuando se advierte sobre las consecuencias de la tecnificación, se replica que sin aumento de la producción no se podrá alimentar al mundo.

-¿Que los productores estén preocupados por la rentabilidad? De acuerdo. ¿Qué estén preocupados por el hambre en el mundo? Lo dudo. Me parece que a veces se utiliza ese discurso para justificar otras cosas. Ni a las empresas ni a muchos productores les creo cuando dicen eso. Porque esa actitud después no se manifiesta en otro tipo de cosas. Hay un discurso que dice que todo método alternativo de producción necesariamente da menos rendimiento. Discutible. Segundo, que el problema del hambre en el mundo es un problema de producción. Los datos de la FAO ahora dicen que en este momento en nuestro planeta existe excedente. Un habitante necesita, según la FAO, 2.200 a 2.400 kilocalorías por día por persona para vivir. En el mundo se producen 2.700. Hoy todo el planeta podría estar gordito. Es decir que sobra alimento. No es problema de producción sino de distribución. Es cierto que si crece la población va a ser un problema de producción. Pero en todo caso lo tendríamos que discutir seriamente y no con latiguillos.

-¿Hay fórmulas generales para hacer sustentable el sistema de producción?

-No. Justamente creo que ese es uno de los problemas. Confundir los objetivos con técnicas. El problema de la producción de alimentos es un problema complejo. No hay solución puntual. Acá ya no se habla de paquete tecnológico porque muchos paquetes han sido aplicados en zonas inadecuadas. Y eso es lo que tenemos que entender: si hay muchos problemas en la agricultura. ¿No será que estamos pensando mal, que tenemos poco conocimiento?

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
El agroecólog de la Universidad de La Plata.

Notas Relacionadas
Lula autorizó la soja transgénica


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados