Diseñan un programa de contención a adolescentes para evitar nuevos casos

La apuesta con la "jarra loca" tiene en vilo a Marcos Juárez

Una mezcla de alcohol con drogas de todo tipo se puso de moda y ya causó un muerto y cuatro intoxicados

Walter Gasparetti / La Capital

Marcos Juárez (enviado especial).- Un explosivo trago que mezcla bebidas alcohólicas -preferentemente vino tinto- con pastillas de estimulantes y tranquilizantes, popularmente llamado la jarra loca, causó una víctima fatal y cuatro intoxicados que tuvieron que ser derivados al hospital regional Abel Ayerza, centro de salud en el que se recuperaron tras cinco días de internación e intensos cuidados.

El caso, que tuvo trascendencia nacional, generó una rápida intervención del Ministerio de Salud de la provincia de Córdoba y de las autoridades del hospital local.

Como consecuencia de la reiteración de casos de estas características un grupo de profesionales comenzó a diseñar un programa especial de contención para los jóvenes con perspectivas de ser aplicado en todo el territorio cordobés.

En Marcos Juárez todos conocen esta explosiva bebida que en los últimos tiempos viene consumiendo un grupo de jóvenes adictos a las drogas. En torno a los episodios comocidos recientemente La Capital encontró que se registraron dos facetas que tienen caras claramente opuestas: mientras los vecinos alegan que el consumo de drogas en esta ciudad es grave, las autoridades intentaron minimizar el tema y reducirlo a un grupo minúsculo de adictos.

Ante la requisitoria periodística, el más preocupado pareció ser el director del hospital, Angel Russo, el único funcionario que se animó a dar explicaciones. Ese solo hecho le valió una reprimenda por parte de las autoridades políticas que anoche se reunieron para abordar el asunto.

"Las adicciones al alcohol y a las drogas son un problema nacional y ocurre en todas las ciudades. No obstante, no podemos ocultarlo y lo mejor que podemos hacer es abordarlo en forma interdisciplinaria y rápida para prevenir posibles nuevos casos", opinó Russo.

El secretario de Gobierno, Eduardo Avalle, discrepó con el director del hospital e hizo una crítica sobre "comentarios supuestamente mal efectuados". El funcionario, que habló en representación del intendente Henry de la Rosa, despotricó contra el tratamiento periodístico que dieron al caso los medios de prensa nacionales.

Russo está diseñando junto a psiquiatras que fueron enviados por el gobierno provincial una serie de charlas para los alumnos de las escuelas locales. Las disertaciones, que comenzarán el mes próximo, se darán en una sala de grandes dimensiones para poder albergar a la mayor cantidad posible de adolescentes entre 10 y 14 años de edad.

"Esto es una farsa y una mentira. Se hacen actividades para jóvenes y siempre muestran buen comportamiento. Nos reunimos para hablar de estos asuntos y no cuando los jóvenes se destacan en diversas disciplinas. Esto es una excepción, los chicos en esta ciudad no son así como se los quiere hacer aparecer", comentó, por su parte, Avalle.

El médico Mario Ardid, candidato a legislador en las próximas elecciones provinciales, se animó a ir al nudo de la cuestión: el expendio de drogas en farmacias. El profesional cuestionó, sin tapujos, a los expendedores porque presume que "no siempre controlan la venta de los medicamentos".

Idéntica preocupación mostraron los vecinos del barrio Sabatini, en la zona sur de esta ciudad, quienes criticaron labor policial. "Todo el mundo sabe quien vende la droga, crecen patrimonialmente, pero nadie hace nada al respecto", dijo una vecina que, por temor a represalias, pidió expresamente que no se revelara su identidad.

"Traen la droga del centro, y entendemos que este problema es grave. También están aumentando los robos por esta zona", comentó la madre de dos hijas adolescentes de ese mismo barrio. "Tenemos temor cuando nuestros hijos salen a bailar. La noche aquí es muy pesada", confió.

Uno de los periodistas más representativos de Marcos Juárez, Nelvio Barobero, coincidió con las declaraciones de los funcionarios al señalar que los casos registrados "son aislados y marginales y que no pueden vincularse con el comportamiento general de los jóvenes de la ciudad".


Un predestinado a la muerte
La víctima fatal fue identificada como José Bernardo Lazo, de 34 años. Su madre, Petrona Herrera, reconoció que su hijo tenía graves problemas con las drogas y el alcohol. "Me dijeron que competía con otros amigos para ver quién aguantaba más cuando consumían", graficó.

José era soltero y tenía un hijo. En esta ciudad todos comentan que el causante del desenlace fue un desengaño amoroso. Sin embargo, esta versión fue negada ayer por sus familiares. El occiso estuvo 28 días internado, en coma, en el hospital regional.

"Recibí amenazas de esas personas e hice una denuncia policial, pero aún o he tenido una respuesta", añadió Petrona. La víctima fue llevada, en estado de coma por efectivos policiales a la casa materna y luego derivado al centro de salud donde falleció casi 30 días después.

Patrona (izq.) reconoció que su hijo competía.