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 domingo, 21 de septiembre de 2003

El recorrido desde Rosario durará 16 horas para terminar con la santa misa
Miles de fieles marchan a pie rumbo al santuario de María en San Nicolás
Salieron ayer a las 15 y llegarán hoy a las 7. Unavez más la fe será la única guía en los 67 kilómetros

Pablo R. Procopio / La Capital

Sesenta y siete kilómetros a pié. "Hacerlos es una cuestión más de ánimo que de aguante físico", dijo convencido Juan Pablo (29). Su mujer, Carina (31), asentía. En rigor, se trata de tener la convicción que da la fe. Y no es difícil afirmar que esa fue la premisa convocante para las miles de personas que caminaron ayer el trayecto Rosario-San Nicolás durante la undécima peregrinación organizada por el Arzobispado local. Son 16 horas de recorrido, y no es poco.

La Capital encontró a los fieles sobre la ruta provincial Nº21 a la altura de Villa Gobernador Gálvez. Estaban activos, la marcha recién empezaba. Los adolescentes y jóvenes eran mayoría. Llevaban ropa deportiva, gorras, radios, bolsos y palos de escoba que hacían las veces de bastones.

Los motivos personales que impulsaron a caminar durante tanto tiempo permanecían in péctore en cada uno de los peregrinos, aunque se percibía que la aún acuciante desocupación podría estar entre los argumentos principales. Por eso el esfuerzo, y de ahí que muchos confesaran haber tomado a la procesión como promesa a cambio de que algún ferviente deseo se cumpla.

Eso fue precisamente lo que le ocurrió a Yanina (15), quien da el presente todos los años a la hora de participar de la marcha. Cerca de ella, Olga Montes de Monzón (50), habitante de Fisherton, sostuvo que concurre desde hace cuatro años. Iba con su marido y sólo los elementos "indispensables": una campera, sándwiches de milanesa, agua y una banana. "Con eso pasaremos la noche", aventuró.

Bajo el lema "El Rosario de María, esperanza para nuestra Argentina", se largó ayer la caminata hacia el santuario de San Nicolás. Los peregrinos partieron a las 15 desde Arijón y Ayacucho y pararon cada 15 kilómetros aproximadamente. Pueblo Esther fue la primera localidad en la que se detuvieron, cerca de las 17.30. La segunda fue Arroyo Seco; al cierre de esta edición los feligreses se dirigían hacia Pavón y luego hacia Villa Constitución, última posta a la que llegarían ya en plena madrugada.

El arribo al santuario de la Virgen de San Nicolás estaba previsto para las 7 de hoy de modo que los fieles puedan asistir a la misa que se oficiaría allí media hora después.

El día acompañó. Durante la tarde brillaba el sol a lo largo de la ruta y se vivía un clima de algarabía. Algunos llevaban sus guitarras e iban cantando, mientras rodeaban a la Virgen que era remolcada con un tractor. María sale muy pocas veces de su camarín en la catedral de Rosario.

Pero después llegó la noche, que, se suponía, iba a ser fría. Adriana (28) y Melina Coronel (26) de La Florida estaban preparadas para eso. "Pese a todo, te dan ganas se seguir caminando", coincidieron. Es que la gente se une, canta y vive en un "espíritu de colaboración", dijo la primera de las hermanas, quien sostuvo que hacía el trayecto como forma de agradecimiento.

Los mismo les pasaba a los 13 veteranos de Malvinas del Centro de Soldados Combatientes de Rosario. "En alguna oportunidad esta gente también peregrinó para que volviéramos con vida de las islas", recordó uno de ellos mirando hacia los fieles. Desde aquel momento, Ricardo Triai sintió que debía retribuir esa actitud y ayer, junto a Yoel Báez, servía mate cocido.

Sin dudas, el esfuerzo de muchas mujeres mayores es plausible. "A veces llegan mejor que nosotros", dijo Juan Pablo. Si bien varias personas se van sumando durante el camino, resulta sorprendente que tengan tanto aguante.

Entre el público había de todo: las chicas que habían vuelto del viaje de estudios a Bariloche, otras que creían que la mejor forma de llegar por primera vez al santuario de la provincia de Buenos Aires era marchando a pie, y aquellos fanáticos que casi no paraban de rezar el rosario. Entre todos, un hombre llevaba su propia imagen de la virgen en un carrito improvisado con las ruedas de un par de rollers.

Ariel (27) iba retrasado porque partió media hora después. Solo con su alma, contó que caminaba por convicción. Esa es la sensación generalizada en el derrotero mariano. Y nada puede destruir esa certeza.

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Los fieles partieron de Arijón y Ayacucho.

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