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 domingo, 14 de septiembre de 2003

Tai Chi Chuan: Primavera en el cuerpo

Según la medicina tradicional china las estaciones del año también se sienten y se perciben en nuestros órganos. La primavera llega con características especiales que influirán en nuestros movimientos y formas de sentir. Los chinos trabajan con la milenaria teoría de los cinco elementos (fuego, madera, agua, metal y tierra), donde cada uno se relaciona con una estación del año.

En la primavera, el sol empieza a vencer la oscuridad invernal. El clima cambia, las semillas brotan y con ellas estallan las hojas y las flores, las ramas de los árboles terminan pintando de verde todo el paisaje. Es por eso que a esta estación se la relaciona con un renacimiento, y por ende, es una etapa de crecimiento y apertura. Si eso está pasando en la naturaleza, no podemos ser tan necios en creer que esos cambios no influyen en nosotros.

El elemento que asocian los chinos a esta etapa es la madera y el color es el verde. Asociado a este color recomiendan consumir muchas verduras, ensaladas y tomar jugo de limón ya que los órganos que se buscan purificar en estos días son el hígado y la vesícula biliar. También recomiendan alimentos de sabor dulce. La intención es preparar al cuerpo, desintoxicarlo para una renovación de la energía.

Estas ideas se expresan claramente en el Huang di Neijing, una de las obras más antiguas de la medicina tradicional china. En dicho texto se proporcionan métodos de diagnóstico y principios terapéuticos, con las teorías del yin y el yang y la de los cinco elementos.

En cuanto a lo climatológico destacan la aparición del viento para limpiar el frío del invierno. Con esto, la naturaleza está mostrando una idea de renovación: limpiar y empezar de cero.

En lo psicológico debe ser una etapa de cambios, de sacudir las rutinas, de transformar los problemas en retos y afrontar los desafíos. Eso se reflejará en la capacidad de las personas para planificar su vida y tomar decisiones, controlando su propio destino. Para eso hay que aprovechar al máximo nuestras experiencias y poner todo ese caudal en el presente (el pasado no debe existir), porque es el momento de nuevos descubrimientos y de apertura: una etapa para tener claro la dirección hacia dónde se quiere caminar.

Los sabios chinos reconocen para esta época que se debe tener una actitud más osada, sin temor al ridículo, sintiéndonos con capacidad para hacer las cosas y para expresar los sentimientos abiertamente sin medir los obstáculos. Hay que aprender de la naturaleza, dicen los chinos.

A nivel físico, asocian el funcionamiento del hígado y la vesícula biliar con los músculos, es por eso que estimulan para este período el dejarse llevar por el movimiento y el dinamismo. Son días de caminatas por el verde de los parques, cerca de los árboles, donde hay energía renacida y floreciente.

En la práctica del Tai Chi Chuan, para esta etapa del año, es ideal ejercitarnos con Chi Kung (ejercicios de respiración energética), hacer prácticas de formas a distintas velocidades y actividades con movimientos corporales sueltos de tensiones, con libertad de movimientos para producir vitalidad y bienestar. Es oportuno que toda actividad pueda hacerse al aire libre para que los beneficios sean mayores.

Pero así como se exige vitalidad para esta época, se debe tener en cuenta que en este ciclo de transición, el cuerpo no se adapta rápidamente a los cambios externos. Es muy común que suela aparecer un trastorno que surge con la llegada del buen tiempo y se caracteriza por un profundo cansancio, agotamiento, decaimiento y falta de energía para realizar la actividad habitual.

Esto es conocido como astenia primaveral. De allí que puedan aparecer días de decaimiento, agotamiento físico y melancolía inexplicable de una manera sorpresiva. Para enfrentar este tipo de síntomas aconsejan dormir lo necesario, hacer trabajos musculares de relajación y movilidad corporal suave como la que se aplica en la práctica del Tai Chi Chuan.

Por otro lado, un enemigo de este período y del cual debemos cuidarnos, es la tensión y la ira, que con su energía explosiva y rígida pueden afectar al hígado.

Daniel Capello

Instructor de Tai Chi Chuan

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