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 domingo, 07 de septiembre de 2003

Plantas medicinales para cuidar la función cardíaca

El corazón es el centro de la circulación y constituye junto con los vasos sanguíneos una red cerrada en la que, gracias a su actividad de propulsión, circula la sangre. Interviene también con otros órganos (médula, bazo, hígado) en la formación y en la regeneración de las células sanguíneas. Un buen funcionamiento del corazón permite un pulso regular y una circulación armoniosa que se manifiesta especialmente en el brillo y color del rostro.

La alegría es la emoción asociada al funcionamiento del corazón, una persona pálida y triste puede presentar alguna disminución en las funciones y otra demasiado eufórica con rostro enrojecido indica un aumento del ritmo cardíaco.

Tanto la medicina occidental, la oriental, la de otras culturas (americana precolombina, africana) y muchas corrientes actuales lo consideran indispensable en la actividad mental y en la de los demás órganos. Cuando no funciona bien observamos trastornos de la psiquis como confusión, falta de memoria; problemas digestivos, endocrinos, sexuales; por mencionar algunos.

¿Qué podemos hacer para fortalecer al corazón y mejorar la circulación de la sangre?

Alimentación

Vegetales: son muy buenas las ensaladas que contengan principalmente zanahorias (protege frente a las enfermedades del corazón) y achicoria. La berenjena (baja la presión y fortalece el corazón), la alcachofa (disminuye el colesterol), la espinaca (aporta magnesio que necesitan los músculos, el corazón y los vasos sanguíneos). El apio es un excelente amigo del corazón: reduce la presión arterial y el colesterol, previene las anginas de pecho y las arritmias. Las arvejas reducen el riesgo de sufrir problemas circulatorios, infartos cardíacos y embolias cerebrales.

Legumbres: tienen una fibra soluble que reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y embolias; bajan los niveles de colesterol malo en sangre. Condimentar siempre con ajo porque fluidifica la sangre, baja el colesterol y la presión arterial.

Frutos secos: son beneficiosos para el sistema circulatorio y el corazón, como el pistacho, la almendra, avellana y nuez (es la más saludable para el corazón y el cerebro. Consumir 5 nueces diariamente es una eficaz medida de prevención).

Carnes: El pescado es la de elección. Sus grasas son buenas para el corazón y el sistema circulatorio.

También son importantes las caminatas terapéuticas y la respiración como ejercicios relajantes para oxigenar la sangre y mejorar la circulación.

Hierbas

Entre las plantas medicinales que fortalecen y estimulan las funciones del corazón están el muérdago (planta parásita de diversos árboles). Era utilizado en las ceremonias druidas por los pueblos galos. Se emplean las hojas y las ramas jóvenes. Tiene efecto hipotensor, diurético y sedante. Suele dar buenos resultados como cardiotónico, vasodilatador (mejora la circulación sanguínea), es antiarteriosclerótico. Por lo tanto puede usarse en hipertensión, arteriosclerosis, mareos, síncopes, dolores de cabeza, vértigos, angustia, palpitaciones. Se debe usar a dosis bajas. Una taza por día de la infusión (a una cucharita de té de las hojas y ramas jóvenes se le agrega agua hirviendo, se deja reposar tapado hasta entibiar). Las bayas son muy tóxicas.

Entre las que actúan como hipotensores (a nivel de los vasos sanguíneos disminuyendo la presión) existen numerosas especies. Cada región del mundo tiene un botiquín de plantas medicinales con las características y necesidades del ecosistema (clima, habitantes, tipo de suelo, agua).

Además del ajo mencionaremos el olivo. Considerada antiguamente como el "árbol de la paz", parece ser oriundo de Palestina. Fue conocido en Egipto en el siglo XVII a. C. e introducido en España en época muy remota. Dejando a un lado el aceite, que posee propiedades alimenticias y terapéuticas, vamos a centrarnos en sus hojas. Entre sus componentes hay sustancias que actúan sobre la musculatura lisa de los vasos produciendo vasodilatación coronaria y periférica, antiarrítmica y antiespasmódica. Por todo ello tiene una reconocida acción hipotensora. Tiene leve efecto diurético. Indicado en caso de hipertensión arterial, arteriosclerosis, insuficiencia coronaria, diabetes, elevación del ácido úrico.

Están también las que actúan como diuréticas, reductoras del colesterol, antihemorrágicas y sedantes. Entre estas se destacan el diente de león, zarzaparrilla, cola de caballo, ortiga, castaño de Indias, hamamelis, tilo y cedrón. En relación a esta última, muy usada con el mate, es un arbolito o arbusto de hojas color verde, ásperas y con agradable aroma a limón. Se usan las hojas. Es un excelente digestivo y tranquilizante suave. Preparar la infusión con 2 cucharaditas de hojas y agregar agua hirviendo. Dejar reposando 5 minutos tapado. Colar y beber 2 ó 3 tazas al día.

Griselda T. Franchini

Farmacéutica

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Vegetales naturales para cuidar el corazón.

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