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 domingo, 07 de septiembre de 2003

Febriles negociaciones a dos días de un vencimiento por u$s 2.900 millones
Kirchner aseguró: "No vamos a firmar cualquier cosa con el FMI"
Suba de tarifas y compensación a bancos por la pesificación asimétrica, dos temas en discordia

El presidente Néstor Kirchner aseguró ayer que no firmará "cualquier cosa" en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y volvió a plantar en un 3 por ciento la previsión de superávit fiscal para destinar al pago de la deuda externa, porque "pagar un punto más, sería hacerlo con ajustes, con más hambre y menos inversión". El jefe de Estado acortó ayer su presencia en el sur y voló a media tarde hacia Buenos Aires para seguir de cerca las complicadas negociaciones con las autoridades del organismo multilateral. En tanto, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, mantuvo línea telefónica abierta con los técnicos del FMI en Washington para explicar la necesidad de cerrar un acuerdo y dar una señal a los mercados de crédito internacionales.

"Estamos afrontando momentos difíciles en la Argentina; es una negociación internacional muy difícil, pero las estamos llevando adelante con absoluta claridad y racionalidad", indicó Kirchner al hablar ayer en un acto del gobierno santacruceño, durante cuyo transcurso se refirió a las alternativas de las negociaciones con el FMI.

"Cuando nosotros discutimos, por ejemplo, el superávit fiscal primario, no discutimos caprichosamente un número. Si ponemos un superávit fiscal primario más alto del que hemos ofrecido pagar, que es del 3 por ciento, eso se paga con más ajuste, con más hambre, con menos inversión. Es decir, le quitamos posibilidades reales a la Argentina de que se pueda desarrollar", advirtió el jefe de Estado.

En su rol de vocero de las alternativas de las negociaciones con los organismos internacionales, Kirchner sostuvo que "encima de todo, hay negociaciones muy fuertes" y se quejó por el hecho de que existan "inclusive dentro del propio país, algunos que quieren que se reiteren las fórmulas del pasado".

"Fórmulas del pasado en el que se hicieron acuerdos internacionales que casi nunca se cumplieron, pero que se hicieron sobre fuertes ajustes de la población argentina, que generó exclusión social, que generó exclusión institucional, que generó hambre, que generó el quiebre de la industria y de los empresarios nacionales", remarcó.

Kirchner retomó entonces el eje de las negociaciones con el FMI para afirmar que "el pueblo argentinos tiene que saber" que él no va a "firmar cualquier cosa ni a acordar por acordar", sino que buscará "la viabilidad del país".

Aunque en el gobierno nacional todos califican como "imperiosa" la necesidad de arribar a un acuerdo con el FMI, volvieron a sentar posición en torno a un tema delicado en términos electorales como el aumento de las tarifas. "No va a haber aumento de tarifas hasta que se rediscutan los contratos de concesión, aseguró el ministro de Interior, Aníbal Fernández.

Kirchner calificó como "el capricho de algunos sectores" el planteo de que exista un cronograma para los aumentos. "Los argentinos tenemos que definir cuándo, cómo y dónde lo vamos a hacer y el momento, la situación, la decisión y el marco que corresponda, si es que es necesario", señaló el mandatario.

La cuestión tarifaria se presenta quizás como el tema más conflictivo que impide arribar a un acuerdo. El ministro de Economía y su equipo de asesores mantuvieron ayer arduas negociaciones con el FMI, para intentar acercar las posiciones y de ese modo evitar caer en default pasado mañana, cuando venzan 2.900 millones de dólares de deuda.

El gobierno anticipó que incumplirá ese compromiso en el caso de que no haya acuerdo. Fuentes gubernamentales consignaron que el gobierno ya fijo su posición el jueves pasado y que "ahora la solución está en manos del FMI".

Portavoces gubernamentales consignaron que no tienen una fecha de vencimiento para recibir una contestación, por lo que "habrá que esperar".


La compensación a bancos
En su discurso, Kirchner abordó otra de las cuestiones pendientes de definición en materia económica: la compensación a bancos.

"Cuando dicen que hay que compensar los amparos que tuvieron que pagar los bancos, me pregunto: si hablamos de compensar en un país que tiene el 50 por ciento de pobreza, que tiene los niveles de indigencia que tenemos, ¿a cuántos hay que compensar para poder alcanzar los equilibrios?", se preguntó, y generó un inmediato aplauso. Y reclamó además que "las autoridades de los organismos internacionales no sean centro de operaciones de grupos empresarios, bancarios o financieros".

Kirchner se metió de lleno en otra disputa con los sectores financieros al exigir que "traten de incentivar el crédito y tengan una actitud de solidaridad y de cooperación con la Argentina, como la banca oficial lo está haciendo y algunos sectores de la banca financiera privada también".

"Si tomamos un compromiso es que ese compromiso se pueda llevar adelante. Argentina va a empezar a crecer. Ha cambiado la lógica y ha empezado a bajar paulatinamente la desocupación, la indigencia y la pobreza. Crece el consumo, el consumo de los servicios públicos, crece la recaudación, y todo esto es reciente", destacó.

En su discurso, reveló que le dijo a un integrante de la comitiva del FMI que está en el país que "había algunos funcionarios de esos organismos que durante muchos años -casi 10- estuvieron asesorando muy mal a la Argentina".

"Porque no llegamos a esta situación solamente por los errores argentinos y el desgobierno. Recuerden que en muchos casos se amparaban a gobiernos que decían que eran muy buenos, como los que estuvieron en la década del 90", razonó Kirchner, en una nueva crítica tácita a Carlos Menem.

En la misma línea, atribuyó a "los años 90 este fuerte endeudamiento del país. El gran crecimiento del endeudamiento argentino se dio con la gestión de (Alfredo) Martínez de Hoz y se profundizó paulatinamente con los gobiernos democráticos pero se potenció fuertemente en la década del 90 generando un endeudamiento que es realmente incomprensible", amplió.

Llamó la atención sobre el hecho de que "cuando alguien mira el nivel de lo que se debe y cómo está Argentina, nadie puede entender dónde se invirtió esa plata, dónde está".

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Kirchner participó ayer de un acto en Santa Cruz.

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