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 domingo, 07 de septiembre de 2003

Kovadloff: "Que se haga en Rosario el Congreso de la Lengua es un acto de pluralismo"
El escritor dice que Buenos Aires no debe concentrar las expresiones que tengan relación con la identidad

Laura Vilche / La Capital

Para Santiago Kovadloff, que el III Congreso Internacional de la Lengua Española se celebre el año próximo en Rosario, no es un hecho menor. "Es un acto de pluralismo, es entender que la identidad nacional no debe ser uniforme, sino polifacética, pero a la vez integrada. Y que no todo debe pasar por Buenos Aires", aseveró el filósofo, escritor, docente y uno de los 24 miembros de número de la Academia Argentina de Letras, que paradójicamente son todos de la provincia de Buenos Aires.

¿A qué se dedica un miembro de número? "A darle protagonismo a la lengua argentina en el diccionario de la lengua española y a difundir a las grandes figuras de la literatura nacional", contestó el propio Kovadloff cuando lo entrevistó La Capital, minutos previos a la conferencia que brindó días pasados en la Fundación Libertad. El objetivo del encuentro fue inaugurar el espacio cultural de la fundación, que cumplió 15 años en la ciudad, y que ya tuvo entre sus conferencistas nada menos que a diez premios Nobel.

-Usted suele ser muy crítico de la democracia argentina: la ha calificado de "débil", "frágil", "incompleta" y "naturalizadora del hambre".

-Lo digo porque creo que no ha habido una auténtica transición a la vida democrática desde el 83 a esta parte; porque la restauración de la vida constitucional no se acompañó con educación. No se afianzaron los valores democráticos sobre programas que aseguren la incorporación de la población al campo del trabajo, la producción y la vida cívica en términos educativos. Desde el 83 al 89 la ética pareció ser la instancia llamada a gobernar la administración de lo político, pero lo político no alcanzó a sensibilizar cívicamente y así se perdió un recurso en la construcción de la identidad nacional. Luego caímos en la fase del pragmatismo desmesurado donde lo que importaba era la eficacia a prueba de todo, y abandonamos la ética.

-¿Y durante esta incipiente gestión kirchnerista cómo estamos?

-Tras la catástrofe del gobierno de la Alianza asistimos a un proceso donde la ética pareciera volver a regir los principios de organización de la vida política. Pero es tan indispensable escapar a ese mecanismo de jibarización que es la reducción de lo político a lo económico, como de la ideologización brutal de la política. Tenemos que ver si podemos llevar a cabo la transición a la vida democrática o si seguiremos inmersos en el partidismo, maniqueísmo y en la división entre buenos y malos. El argentino es muy propenso a caer en estas discusiones.

-¿Cómo ve la decisión de que el III Congreso Internacional de la Lengua Española se realice en Rosario en el 2004?

-Lo celebro. Asistí al anterior en Valladolid (España), que no es Madrid pero sí la cuna de la lengua castellana. Y Rosario es la cuna del proyecto de identidad nacional de este país. Por eso seguimos siendo fieles al espíritu de construcción de estos encuentros en los cuales meditar el significado de la lengua es pensar en los recursos de que dispone una cultura para construir su identidad. Que se haga en Rosario no es descentralizar.

-¿Qué es?

-Es reconocer que el pluralismo es el recurso fundamental de integración del que puede disponer una Nación para constituirse en Estado. Es llamar la atención sobre el papel que la heterogeneidad tiene en la construcción de una identidad que no tiene que ser uniforme, sino polifacética, pero a la vez integrada.

-Como la lengua española...

-Claro. Eso justamente se discutió en Valladolid en el 2001. Fue hermosa la apertura del encuentro por parte de Carlos Fuentes. Leyó un mismo texto en azteca, latín y español, y así llamó la atención sobre el lugar que cumplían las tres lenguas sobre la construcción de la identidad latinoamericana. Y cerró el mismo encuentro Mario Vargas Llosa con una hermosa exposición sobre el inca Garcilazo de la Vega y el papel que la cultura española había jugado en la construcción de esa misma identidad. Y este encuentro que se hará en Rosario trae alivio a la identidad cultural de la Argentina. Porque no se trata sólo de que se va a hacer en un sitio que no es Buenos Aires, se trata de que se va a hacer aquí, en un lugar que contribuye desde hace mucho a la construcción de la cultura argentina.

-¿Un acto de justicia?

-Es un acto de enorme sentido común en el orden político. Es estimulante que Buenos Aires no concentre la totalidad de las expresiones cosmopolitas que puedan tener lugar en relación con nuestra identidad. Me parece también un excelente indicio de que la vida cultural de nuestras provincias no se agota en la producción interna, sino que se extiende sobre escenarios internacionales. Después de todo, hablamos de una lengua que no tiene centro. Todas las academias colaboramos con la última versión del diccionario donde ponemos en término a la presunción de que hay una acepción española dominante de los vocablos. Ya no figuran los argentinismos o ecuatorianismos al pie de la acepción española, figuran en pie de igualdad. Porque si queremos oír nuestra lengua debemos escuchar su polifonía.

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Kovadloff es miembro de la Academia Argentina.

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