Igualó Argentino

De poco les sirvió a los jugadores de Argentino haberse retirado del campo de juego aplaudidos por sus hinchas. Un gesto que premió el esfuerzo y algunos pasajes de buen fútbol, pero sin dudas el verdadero premio, el más importante hubiera sido mandar a Excursionistas de vuelta a su casa con las manos vacías. Si eso no sucedió fue porque en los 90 minutos se cometieron muchos errores. De la defensa salaíta, a la que le llegaron en tres ocasiones y le convirtieron la misma cantidad de goles; del ataque, que generó más de una decena de situaciones y que sólo resolvió correctamente tres, y del árbitro Gabriel Morandi y su primer asistente, Sergio Colli, quienes invalidaron un gol legítimo de Vázquez por una posición adelantada que no existió.

La superioridad salaíta fue inobjetable, pero no le fue fácil plasmarla. Es que las cosas se complicaron desde temprano. Justo en el momento en que Villarreal decidió cobrar venganza de un foul -iban 9'- como si estuviese en el campito, lo que le permitió a Ponteli clavarla en el ángulo. Fue el primer cimbronazo para un equipo al que le costaba encontrar el partido, y que cuando comenzó a evidenciar signos de recuperación Colman cabeceó en el segundo palo para la solitaria entrada de Del Curto.

Sólo Rubio estaba a la altura de las circunstancias, pero correr, quitar y hacer jugar a sus compañeros eran demasiadas funciones para el volante central. Sin embargo de sus ganas se fue contagiando el resto. Mientras a Excursio ni se le cruzaba por la cabeza buscar el tercero, Argentino luchaba contra su ineficacia, hasta que de una arremetida de Rubio apareció el gol de Vázquez para renovar las ilusiones. Esto ya estaba más acorde al rendimiento de ambos equipos. Y si la paridad total no llegó en la primera etapa fue por los yerros en ofensiva, por un par de buenas intervenciones de Gaczinsky y por el impresentable fallo de Morandi.

El penal que García cambió por gol al comienzo del segundo tiempo parecía marcar, inexorablemente, el camino a la victoria. Es que el equipo mantuvo su fisonomía, con algunos jugadores, como el caso de Theyler, marcando la diferencia. Pero ni tiempo para festejar hubo. Porque tres minutos más tarde Cappa giró en el borde del área ante la atenta mirada de Aceto para volver a desnivelar.

Después del empate de Vázquez a los 26' llegaron, entre otras, la solitaria entrada de Theyler por izquierda, el cabezazo de Amaya en el palo y la demora de Vázquez para definir cuando quedó en inmejorable posición. Por eso la retirada fue en medio de aplausos, pero con una gran cuota de bronca de parte de los jugadores. Ellos sabían a la perfección que los vaivenes del partido habían pasado pura y exclusivamente por sus pies.

Verón le gana en el salto a Theyler y Villarreal.