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 domingo, 24 de agosto de 2003

Mercados
Los desaciertos que recalentaron al dólar

Salvador Di Stéfano

El mercado esta mostrando un dólar más demandado, lo que se observa en una menor intervención del Banco Central (BCRA). Los motivos que explican la suba de la divisa norteamericana son la desregulación del mercado cambiario y la política monetaria errática de la autoridad monetaria y el temor a una crisis institucional.

Desregulación del mercado cambiario: el mercado cambiario sufrió una nueva desregulación, ya que las entidades o empresas que tengan una deuda con el exterior a punto de reestructurar o reestructurada podrán adquirir dólares a un ritmo de 40 millones de dólares al mes, cifra que es muy superior a los 500.000 dólares mensuales que regían hasta el viernes pasado. Hay muchas empresas que están en proceso de reestructuración y comenzarán a acopiar divisas verdes para poder reestructurar deudas a futuro.

Si tan sólo 20 empresas comenzaran a acopiar dólares por el máximo permitido la demanda de billetes por parte de las mismas sería de 800 millones de dólares al mes, lo que equivale a absorber la mitad del superávit comercial mensual. Esto le pone un piso importante a la cotización de la divisa.

Política monetaria del BCRA: La política del Central en materia monetaria es muy errática. En los últimos 45 días impulsó una baja desmedida de la tasa de interés que hizo que los bancos terminaran ofreciendo tasas de tan sólo un dígito para sus colocaciones. En un escenario con alta demanda de dólares, crisis institucional y caída de la Bolsa, mantener un plazo fijo a una tasa de un dígito es cuanto menos ser un patriota. Por lo tanto, los inversores están retirando sus colocaciones y destinan esos fondos a mantenerlos en depósitos a la vista a la espera de una mejora de la tasa, retiran el dinero y compran mercadería, o bien adquieren dólares en el mercado. Si el BCRA no cambia la política monetaria, es muy probable que los depósitos a plazo fijo sigan saliendo del sistema buscando una inversión alternativa o un refugio ante un escenario de alta incertidumbre.

El temor a una crisis institucional: Cuando se presenta una situación de estas características los analistas de mercado miran hacia el pasado. Con lo cual, las diferencias suscitadas entre el presidente Néstor Kirchner y su vice, Daniel Scioli, llevan inevitablemente a poner los ojos sobre una crisis similar, la de octubre de 2001, cuando Carlos "Chacho" Alvarez se alejaba de la vicepresidencia del gobierno de Fernando de la Rúa. En ese mismo mes, en la Argentina comienza a producirse una salida de dinero del sistema bancario que termina en el tristemente célebre corralito de diciembre de 2001 y en la devaluación del signo monetario en enero de 2002. Más allá de las diferencias entre las dos situaciones, en estos días se registró una caída de depósitos a plazo fijo de 900 millones de pesos para los primeros 19 días de agosto, que en promedio sería de 76 millones de pesos por día hábil. Es una baja que no alarma pero preocupa.


Escenario futuro
Ante esto, es probable que a futuro se presente un tipo de cambio en torno a los tres pesos, sin que opere una corrida cambiaria, ya que el BCRA aún tiene como herramienta de política económica las regulaciones que pueden hacer retroceder al dólar cuando lo desee.

Sin embargo, inevitablemente esto redundará en una suba de las tasas de interés para contener los fondos que están depositados en las entidades financieras y que desean salir del sistema ante rendimientos tan pobres y debido a la alta incertidumbre.

Por lo tanto, se está ante un escenario para ocuparse y no para preocuparse. De todos modos, si en los próximos días se observa que la fuga de depósitos a plazo fijo continúa y estos fondos salen a comprar dólares en el mercado, esa mayor demanda puede hacerse incontrolable y potenciar subas muy importantes en el tipo de cambio.

Para esto también el gobierno cuenta con herramientas intervencionistas para aplicar, ya que si se está frente a una salida de fondos masiva del sistema financiero puede prohibir la compra de dólares o reinstaurar el famoso corralito tal como lo hiciera Domingo Cavallo.

Tal vez muchos piensen que políticamente no puede hacerlo, aunque cabe preguntarse: ¿podía políticamente poner un impuesto al cheque, retenciones a la exportación, no aplicar el ajuste por inflación para el pago de ganancias y bienes personales, etcétera, etcétera?

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