Una pericia médica concluyó que el preso Diego Sequeira fue asesinado

Un "suicidio" que se vuelve dudoso

Giro en la causa por la muerte de un detenido en Las Flores. Cuestionamientos al Servicio Penitenciario

Santa Fe.- Nuevas pericias médicas que terminan de conocerse, sostienen que el interno Diego Ariel Sequeira no se suicidó sino que fue asesinado en la cárcel de Las Flores, donde se encontraba internado. El hecho ocurrió el 2 de abril de 2000 en el penal santafesino y la causa está a cargo del juez de instrucción Dardo Rosciani, quien sostuvo que había que tener cautela para no perturbar el trámite del caso que, recordó, "aún sigue abierto" y manifestó que ante la nueva autopsia, que contradice otras anteriores, "corresponde profundizar la investigación". Por estos hechos hay guardiacárceles procesados y distintas personas manifiestan haber recibido amenazas de muerte.

Las pericias de los doctores Rodolfo Arancibia y Florencio Gastoldi determinan que Sequeira falleció por "asfixia mecánica: estrangulación compatible con variedad manual y/o combinada, descartándose la etiología autoprovocada", es decir el suicidio. También consigna que el cuerpo de Sequeira presentaba lesiones provocadas por terceros, propias de inmovilización corporal o falta de defensa. Ambos llegan a la conclusión de una "manera de muerte compatible con la de homicidio".

Sequeira apareció colgado en su celda del penal de Las Flores y las pericias médicas que se le practicaron indicaban que previamente a su muerte había sido golpeado. El interno, quince días antes de su muerte, había denunciado sus temores de represalias de parte de personal del Servicio Penitenciario ante el juez Mauricio Frois.


Una muerte anunciada
Los padres de Diego, Dora Viano y Miguel Sequeira, sostuvieron que a su hijo lo habían matado y dieron a conocer una carta que su hijo le había enviado dos semanas antes a su madre, en la que expresaba: "El lunes voy a necesitar que vayas a Tribunales, al juez Frois y le pidas que me haga llevar ante él porque me pegan. Estoy todo marcado. Decile que no sé qué hacer, estoy muy angustiado, que haga lo posible para constatar los golpes". Dos días antes de aparecer colgado en la celda, Sequeira le había dicho a su madre que estaba contento porque el magistrado aludido le había indicado que estaban avanzadas las gestiones para trasladarlo. También por este segundo hecho los padres de Sequeira nunca admitieron la hipótesis del suicidio.

El joven de 21 años, detenido ocho meses antes de su muerte por asaltar un mercado, declaró ante la justicia que cometía delitos en una especie de "zona liberada" porque contaba con la complicidad de un policía.

Sus compañeros de pabellón sostuvieron que a Sequeira fue asesinado por integrantes del Servicio Penitenciario. Fue así que en base al testimonio de Francisco Blanco y de Osvaldo Héctor Budiño el juez Dardo Rosciani procesó por el delito de apremios ilegales a los agentes del Servicio Penitenciario Luis Holzinger, Omar Javier Gómez, José María Robledo y Adrián Alejandro Cuello. A los tres primeros como probables autores del delito de severidades agravadas, en tanto que a Cuello se lo consideró partícipe principal.

En mayo de 2001, Budiño denunció una serie de amenazas de muerte por parte de agentes de la cárcel de Coronda. El juez de instrucción Julio César Costa dispuso su traslado a una comisaría policial.


Autopsia "bochornosa"
Posteriormente, la Sala IV de la Cámara de Apelaciones confirmó los procesamientos de Robledo, Gómez y Cuello, ordenando que se iniciaran causas por falso testimonio contra un celador y un enfermero, el primero de apellido Alba y el segundo Mestre. A juicio de la Sala ambos faltaron a la verdad al describir cómo encontraron el cuerpo de Sequeira y qué tareas de resucitación intentaron realizar. La abogada Patricia Hidalgo, representante de la familia Sequeira, manifestó su preocupación por la suerte de varios testigos del presunto asesinato. También recordó que aún no hay imputados por este hecho y aseguró que todo el personal penitenciario involucrado continúa cumpliendo normalmente sus funciones.

Hidalgo calificó de "bochornosa y vergonzosa" la primera autopsia practicada en el cuerpo de Sequeira y no descartó alguna trama de encubrimiento por parte de las autoridades del Servicio Penitenciario Provincial.

La letrada sostuvo, en declaraciones radiales, que el entonces titular de la dependencia, Arturo Gandolla, mantuvo demorada la carpeta con presuntas pruebas que permitirían establecer la existencia del crimen. El ex funcionario dijo a su vez que todos los sumarios una vez concluidos se remiten a la justicia y que en el caso de Sequeira mantuvo estrecha colaboración con el juez actuante.

Cárcel de Las Flores, lugar de la dudosa muerte.