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 sábado, 23 de agosto de 2003

El gobierno nacional lanza una cruzada para revertir esta tendencia
Casi la mitad de los trabajadores de Rosario está empleada en negro
Un centenar de inspectores del Ministerio de Trabajo, la Afip y la Ansés comenzarán a fiscalizar a las empresas

Casi la mitad de los trabajadores de Rosario (en rigor, el 44.7 por ciento) no está anotada y trabaja en negro; por lo tanto, no tiene obra social y nadie le realiza aportes previsionales ni la cubre una aseguradora por riesgo de trabajo. Los datos se desprenden de un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y ponen al desnudo una situación que no es exclusiva de esta ciudad, sino que se reproduce en todo el país.

Para intentar terminar con esta realidad, el Ministerio de Trabajo de la Nación, la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) y la Administración Nacional de la Seguridad Social (Ansés) saldrán a la carga con un ejército de inspectores que ya se prepara para recorrer la provincia y fiscalizar a las empresas. "Les va a convenir ponerse a tono antes que recibir multas cuantiosas", les advirtió a los empresarios el secretario de Trabajo santafesino, Oscar Ercoli.

La cruzada tendrá su punto de partida este martes con la firma de un acuerdo que suscribirán en Buenos Aires estos organismos y el Ministerio de Trabajo de Santa Fe. Así, la entidad que conduce Ercoli se sumará a los controles que intentarán detectar los lugares donde se emplean trabajadores en negro dentro del territorio santafesino.

Para lograrlo, un ejército conformado por cerca de un centenar de inspectores -que formará parte de un plantel de 400 que trabajará en todo el país- realizará operativos a lo largo y ancho de la provincia. "Es probable que acordemos que los inspectores estén al menos unos diez días en Santa Fe, con lo que daremos inicio a una nueva política", destacó Ercoli.

En principio, las autoridades tienen en la mira a las pequeñas y medianas empresas (Pymes), es decir, aquellas que tienen un plantel conformado por entre cinco y cincuenta empleados.

Según los estudios realizados en base a la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el 92 por ciento de las empresas que no registra a su personal, es decir, lo emplea en negro, son pequeñas firmas que tienen hasta cinco empleados. La cifra trepa al 97 por ciento si se incluye a las que cuentan con un plantel de hasta 15 trabajadores.

Una de las explicaciones de esta explosión de cantidad de personas con trabajo sin registro podría encontrarse en el crecimiento que en los últimos meses desarrollaron diversos microemprendimientos. Otra causa radicaría en el hecho de que los rubros que evidenciaron un proceso de reactivación más alto son aquellos que tradicionalmente utilizan mano de obra informal. La mayor creación de empleo en los últimos meses se dio en los rubros de la construcción, gastronómico y de los trabajadores domésticos.


Una lucha desigual
Pero a la creciente ola de empleo en negro que azota Rosario el gobierno santafesino no tiene con qué contrarrestarla. "Nuestra capacidad operativa no alcanza como para poder bajar los índices enormes de empleo en negro que tenemos en la provincia", admitió Ercoli, consciente de que conduce una secretaría que cuenta tan sólo con 40 inspectores, de los cuales poco menos de una docena intenta fiscalizar las empresas radicadas en Rosario y su gran zona de influencia.

No obstante, el funcionario se envalentonó con la idea de que "con la ayuda de los inspectores que llegarán de la Nación se podrán hacer operativos masivos y de alto impacto".

Si bien aclaró que "no se tratará de una caza de brujas", llamó al conjunto de los empresarios de la región a "ponerse a tono" con la nueva realidad argentina. "Si queremos ser serios, hay que cumplir con las leyes", sentenció, al tiempo que explicó que junto a los operativos también se implementará un plan para que las empresas regularicen la situación de sus empleados.

En ese orden, el funcionario fue tajante y lanzó un contundente mensaje hacia el corazón del empresariado regional. "Les va a convenir ponerse a tono antes que recibir multas cuantiosas. Realmente queremos que entiendan que no es posible crecer en la marginalidad", advirtió.

Lo cierto es que además de la advertencia, también detalló que "se realizará un trabajo serio para que las empresas entiendan que tendrán un plazo para encuadrar a sus trabajadores dentro de las leyes vigentes".

Ercoli aseguró que con la aplicación de una sanción "no se va a matar a la empresa como para impedirle ingresar dentro del trabajo formal", pero remarcó que "tampoco se le va a regalar nada. Hay que entender que estas firmas están trabajando no sólo en desmedro de los empleados, sino también del esquema impositivo y en clara competencia desleal con aquellos que cumplen con las leyes", indicó.

De acuerdo a los datos suministrados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Rosario ocupa el 13º lugar dentro del ránking de ciudades con mayor cantidad de empleados que trabajan en negro.

Según este relevamiento -que se realizó en 31 regiones del país entre mayo de 2002 y mayo de este año- el empleo en negro trepó del 38,2 por ciento al 44,7.

Ahora, y en un intento por frenar esta realidad, los sabuesos del Ministerio de Trabajo, la Afip y la Ansés recorrerán las empresas y buscarán revertir las estadísticas. Se espera que un centenar de ellos desembarque en Rosario y su zona de influencia. Sólo el tiempo dirá si tuvieron éxito en su cruzada.

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