Kirchner jugó fuerte en favor de Ibarra

El presidente Néstor Kirchner salió a jugar fuerte a favor de la reelección de Aníbal Ibarra como jefe de Gobierno porteño y pidió a los habitantes de la Villa 21 del barrio de Barracas que lo ayuden para "que no vuelva el pasado".

Ese es el lema que utiliza Ibarra en su campaña contra Mauricio Macri y las mismas palabras que utilizó ayer la esposa del presidente, Cristina Fernández de Kirchner, en su respaldo proselitista al jefe comunal.

"Para poder construir un país diferente necesitamos muchas fuerzas y muchas voluntades, un presidente y un jefe de Gobierno, para hacer una nueva Argentina, para que no vuelva el pasado", dijo Kirchner frente a unos cientos de vecinos.

Kirchner, acompañado por Ibarra y por los ministros de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y de Planificación, Julio De Vido, anunció que la semana que viene comenzarán los convenios de cooperación para construidas las primeras cien viviendas en ese barrio, que serán levantadas por los propios vecinos.

También estuvieron el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, el intendente de Avellaneda, Oscar Laborde -también en campaña como aliado kirchnerista aunque oponiéndose a la lista del PJ en su distrito-, y los candidatos a diputados nacionales Claudio Lozano y Miguel Bonasso.

El jefe del Estado, que llegó al lugar a bordo del helicóptero presidencia, les pidió a los residentes de la villa que lo "ayuden a hacer una Argentina distinta".

Fue ese uno de los hechos distintivos, además del operativo de seguridad. Mientras hablaba ante un atril, atrás se veía a policías arriba de los techos de las casas precarias que rodeaban el pulmón de viviendas donde se realizó el acto.

Nadie explicó si ello se debió al ataque que sufrió el titular de la Mutual Flor de Ceibo, Guillermo Villar, apuñalado hoy y derivado al hospital Penna, a unas cuadras del lugar.

Villar tenía que recibir a Kirchner pero en su lugar lo hizo Horacio Rebón, que al disculpar la ausencia del titular de la Mutual dijo que se debió a un "problema de salud".

El único que había hablado del tema efímeramente al llegar fue Ibarra, quien dijo estar "al tanto" de lo ocurrido y que había hablado con el comisario por ese tema. La excusa del acto fue la firma de convenios de cooperación para "mensuras y el protocolo de gestión previo a la construcción de la sala de salud", y también firmaron convenios de cesión de terrenos de la manzana 57 para la construcción de viviendas.

Kirchner comprometió a Ibarra a cumplir con la promesa que minutos antes le había hecho a los vecinos de construir un centro de salud en el lugar.

Dirigiéndose al jefe de Gobierno porteño, Kirchner señaló: "Grabé lo que dijo y quiero venir a inaugurar este centro de salud con usted" y le pidió que lo haga "rápido".

De inmediato Ibarra le respondió que cumplirá el compromiso "el año que viene".

Kirchner también le prometió a los habitantes del barrio que volverá al lugar en otra oportunidad para recorrer la villa y "conocer bien dónde viven".

El jefe del Estado posó para las fotos abrazado con Ibarra y fiel a su estilo se acercó luego hasta las valla para saludar a la gente que presenció el acto. (DYN)