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 domingo, 17 de agosto de 2003

Lifschitz criticó a los que abandonaron cuando las "papas quemaban"
El candidato a intendente por el PS recordó que Usandizaga y Nicotra renunciaron a puestos clave

Mauricio Maronna / La Capital

Miguel Lifschitz luce como un hombre tolerante, afable y conocedor al dedillo del mapa rosarino. Como buen referente del socialismo evita las frases altisonantes y cuida sus palabras con la paciencia de un orfebre. Sin embargo, sabe que se le avecina una competencia electoral trascendente y no duda en focalizar la mira en dirección a Norberto Nicotra y Horacio Usandizaga (evitando pronunciar sus nombres), a quienes les reprocha haber "abandonado" el Concejo Municipal y la Intendencia, respectivamente, cuando "las papas quemaban".

En una extensa entrevista con La Capital, el actual funcionario de la administración que conduce Hermes Binner despliega su batería de proyectos para la ciudad, promete no incurrir en sectarismos a la hora de gobernar y considera que el justicialismo será el rival a batir el 7 de septiembre. Pese a su moderación, redobla la apuesta y sostiene que "ninguno de los postulantes peronistas tiene demasiados antecedentes para exhibir en la función ejecutiva, y el que aparece con más chances por el lema PJ renunció al Concejo Municipal en plena crisis. Si no tuvo capacidad para conducir el Concejo, difícilmente la tenga para hacerse cargo de la Municipalidad".

-¿Cómo se hace para que la gente pueda evaluar detenidamente las propuestas y los antecedentes de cada candidato cuando la oferta es indisimulablemente exagerada?

-Tenemos un equipo muy grande de técnicos y especialistas que elaboró una propuesta de gobierno muy importante para la ciudad. Son 57 proyectos, agrupados en cinco ejes, y no se trata de cuestiones en el aire o expresiones de deseo: son iniciativas trabajadas, estudiadas y basadas en el conocimiento de la administración y de la ciudad. No arrancamos de cero, sino que lo que proponemos se entronca con decisiones que ya están en marcha.

-¿Qué se define el 7 de septiembre en materia de políticas para la ciudad?

-Dos proyectos de ciudad. El nuestro es el que se vino construyendo, y que no es solamente patrimonio de la administración de Hermes Binner, sino que incorporamos cuestiones que hicieron intendentes anteriores. Se trata de gestionar en forma austera, transparente y profundamente activa en lo que tiene que ver con políticas sociales, de salud pública, de contención a las casi 500 mil personas que se quedaron por debajo de la línea de pobreza. Somos parte de una gestión innovadora, que mantuvo la tranquilidad social en la ciudad, que no tiene conflictos y en la que se hicieron obras muy importantes en estos ocho años. Hay obras que no se ven, como los desagües, que hacen que nuestra ciudad esté libre de inundaciones. En Rosario no llueve menos que en Santa Fe ni tenemos ríos menos caudalosos, sino que aquí se hicieron las obras hidráulicas que había que hacer para evitar inundaciones.

-¿Y el otro modelo qué significa?

-El otro modelo representa el pasado, con figuras que ya han estado en puestos de responsabilidad y que abandonaron cuando las papas quemaron. Uno fue intendente (por Usandizaga) y el otro presidente del Concejo Municipal (por Nicotra)... Ambos dejaron los lugares para los que habían sido elegidos. Los gobernantes se prueban en las situaciones difíciles, cuando las cosas vienen bien, cualquiera gobierna. Nosotros afrontamos la crisis más profunda que vivió el país durante las últimas décadas. En Rosario pasamos de tener 250 mil personas por debajo de la línea de pobreza a 500 mil, de un 20% de desocupados a un 35%, y nos hicimos cargo sin que nadie nos auxilie. Mantuvimos el sistema de salud, pagamos los sueldos y, mientras pudimos, recuperamos el nivel de inversión pública.

-¿En la Municipalidad existe superpoblación de empleados públicos y amiguismo?

-Tenemos 9 mil empleados y Usandizaga habla de echar a seis mil, o sea que está pensando en 3 mil agentes, que son los que tenemos para ocuparse en materia de salud pública. La planta no creció significativamente teniendo en cuenta que se trata de una Municipalidad que tomó a su cargo una gran cantidad de servicios que otras ciudades no poseen, por ejemplo la salud pública. La ciudad de Santa Fe tiene más de 5 mil empleados (con la tercera parte de la población de Rosario) y no está bajo su cargo la salud pública. Y la ciudad de Buenos Aires tiene cerca de 120 mil empleados. Durante la gestión de (Héctor) Cavallero había 8.500 trabajadores y entiendo que no es una exageración tener 9 mil, salvo que se piense en abandonar muchas de las tareas que hoy hace el municipio.

-¿Qué cosas no se hicieron o se realizaron mal durante la actual gestión?

-Cada etapa tiene sus prioridades. En los próximos cuatro años habrá ejes fundamentales: la generación de empleo, que es el drama de nuestra población. La ciudad, en un contexto más favorable, puede jugar un rol activo en este sentido para desarrollar el turismo, las pymes, la economía social, los microemprendimientos. Otro eje es recuperar el nivel de inversión pública en los barrios. Hay que hacer atractiva a Rosario y debemos compatibilizar esfuerzos con los ciudadanos en su conjunto para tenerla en mejores condiciones y cuidarla más. También hay que trabajar el tema de la seguridad, aunque por suerte Rosario todavía está lejos de los índices de criminalidad que existen en el conurbano bonaerense, en la Capital Federal y en otras ciudades. Si bien la responsabilidad mayor es del gobierno provincial, desde el municipio debemos hacernos cargo y contribuir con la policía. Por eso pusimos en marcha un plan de alumbrado en los barrios, trabajamos con el plan Rosario Hábitat para abrir las calles de los asentamientos irregulares y vamos a crear una Guardia Urbana con 300 efectivos para que cumplan tareas disuasivas y preventivas durante las 24 horas en los lugares de mayor concentración de gente de la ciudad. No me olvidaré tampoco del tema de la niñez, una franja en la que se debe trabajar con toda la fuerza para evitar la desprotección de los chicos. Además, no puede ser que el 45 por ciento de los vecinos no tenga cloacas, igual que la cuestión del pavimento en los barrios. Vamos a trabajar sobre ello.

-¿A quiénes observa cómo sus principales contendientes?

-Creo que será el justicialismo en su diversidad de candidatos, pero ninguno sobresale especialmente. Ninguno tiene demasiados antecedentes para exhibir en la función ejecutiva. Y el que aparece con más chances en el lema PJ renunció al Concejo Municipal en plena crisis. Si no tuvo capacidad para conducir el Concejo, difícilmente la tenga para hacerse cargo de la Municipalidad, un ámbito mucho más complejo. No creo que tengamos adversarios de cuidado a la vista.



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Lifschitz basa su plan en la creación de empleo.

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