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 domingo, 17 de agosto de 2003

Los hermanos Valero

La defensa formaba con Valero y Valero. Antonio jugaba de 3, y Gregorio, dos años mayor, jugaba de 2 en el club Talleres Belgrano, la desaparecida entidad del barrio Hertz que en las décadas del 40 y del 50 pisaba fuerte, al extremo de ganar cinco años seguidos el título de la Rosarina, entre el 47 y el 51, en su vieja cancha de San Martín entre Ameghino y Garibaldi, donde hasta el 63 también funcionaba el recordado Patio Romano.

Talleres Belgrano era el equipo de la empresa situada en Alem y Gálvez, que jugaba con una camiseta verde con cuello blanco, y no tenía relación alguna con el Club Rosario a Puerto Belgrano, que estaba situado en bulevar 27 de Febrero y Berutti, y también jugaba en la Rosarina, según explica Antonio Valero: "Trabajábamos en los Talleres Belgrano y después jugábamos en el equipo del club".

Ahora Antonio Valero tiene 75 años y dialoga con Ovacion, café de por medio, en una mesa del viejo bar Las Heras, en su Tiro Suizo natal. "En el 51 jugué un año en Italia y me querían comprar, pero Bértola, el presidente de Talleres Belgrano, no me quiso vender porque decía que me iba a ir a Central", recuerda Valero.

En realidad, Central quería llevar a los hermanos Valero desde antes de que San Remo se llevara al más chico, pero ante la cerrada negativa del presidente de Talleres Belgrano, Antonio se fue a Italia: "Central nos pidió con mi hermano, pero yo ya tenía el pasaporte y me fui a jugar a Italia", recuerda Valero su historia de hace más de medio siglo, cuando Europa parecía más lejos.

"El presidente de Talleres Belgrano era hermano del presidente de San Remo, de la segunda división de Italia, y éste le pidió que le mandara a Valero y al 10, Rao, así que nos chupamos 15 días de barco y cuando llegamos nos enteramos de que la Liga sólo autorizaba un extranjero por equipo, así que se quedó Rao y yo me fui a jugar a Génova", abunda Antonio.

De vuelta al barrio, el defensor que quería Central pasó finalmente a Newell's: "En el 53 fui a préstamo a Newell's con el Alemán Celli de técnico, en aquel equipo que formaba con Castro; Valero y Kasparian; Boveri, Bosich y Miralles; Bernabé Carranza, el Bolita Carranza, Juan Manuel López, la Bruja Belén y el Chingua López, que era muy bueno".

"Ese año el presidente de Newell's era Pomponio y me iban a comprar, pero lo echaron y además perdí la oportunidad de jugar en Independiente, así que terminé jugando en San Martín de Marcos Juárez", historia Antonio, como con bronca y junando.

Amigo del Flaco Menotti desde la época en la que jugaba en Central, Valero compartió con el técnico y su ex suegro una agencia de venta de autos en bulevar Oroño y Salta entre fines de los 60 y principios de los 70: "Con Menotti tenemos una gran amistad y tuvimos la agencia hasta el 72 y después seguimos con el suegro del Flaco hasta que Silva Araujo nos clavó con dos autos y se fue a Brasil".

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Antonio recordó su paso por varios clubes.

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