Por ahora, Bush evita hablar de Terminator en California

En la Casa Blanca se dice que "Arnie" cabalga sobre su popularidad heredada de Hollywood

Gabrielle Chwallek

Washington. - El presidente George W. Bush, hace lo imposible por evitar que el nombre de Arnold Schwarzenegger salga de su boca. El comentario más arrojado que se le escuchó desde que Terminator anunció su candidatura a la gobernación de California fue que Schwarzenegger "sería un buen gobernador, como otros que también se postulan". Y esto, sólo después de la insistencia de la prensa que no quería resignarse a dejar el tema de lado.

La estrategia de Bush es clara: quiere mantenerse bien al margen de la carrera por la gobernación de este importante Estado hasta que Schwarzenegger lleve una clara delantera a sus 134 adversarios y haya presentado su programa para sanear las calamitosas finanzas californianas. Hasta ahora, y en la Casa Blanca lo tienen bien claro. "Arnie" cabalga sobre su popularidad como estrella de Hollywood.

Las razones del silencio de Bush son evidentes. El destino del presidente y del superhéroe de la gran pantalla podrían estar unidos. Es decir, que Schwarzenegger podría impulsar la reelección de Bush en 2004 o truncarla definitivamente. Y mientras la balanza no se incline a su favor, Terminator no recibirá el apoyo público de Washington.

Los asesores presidenciales preferían evitar el adelanto de las elecciones en California. Veían con buenos ojos que el actual gobernador, el demócrata Gray Davis, compita en las urnas en noviembre de 2004 con el estigma de su impopularidad. Según el cálculo de Washington, Bush habría tenido así más posibilidades de ganar preferencias entre los votantes californianos, tradicionalmente demócratas. California es clave para la elección presidencial, porque aporta nada menos que 54 votos en el colegio electoral que designa al jefe de Estado.

Además, en el entorno de Bush existe cierta incomodidad por el paralelo que los californianos puedan trazar entre la actual situación y la elección de 2000, que favoreció a Bush después de pasar por la Justicia. "Entonces, a Al Gore se le robó la victoria por maniobras republicanas antidemocráticas, y ahora intentan hacer lo mismo con Davis", escribió por ejemplo un californiano a la cadena CNN.

La candidatura de Schwarzenegger hace posibles varios escenarios, cada uno con sus beneficios y desventajas. Naturalmente, la mejor opción para Bush es que "Arnie" gane y antes de 2004 muestre avances importantes en el saneamiento de las finanzas californianas. "Eso sería una victoria tremenda para Bush", admite un asesor de la campaña para la reelección.

El peor escenario, aún peor que la derrota de Schwarzenegger en las urnas, muestra a Arnold ganando las elecciones y quedando en evidencia como un charlatán incumplidor que abusó de su popularidad para lanzarse a la política. "Eso sería una pesadilla", según el mismo asesor.

Otra razón de Bush para retacear su apoyo es el temor a perder apoyo entre los conservadores más duros. Con declaraciones a favor del aborto y los derechos homosexuales, Schwarzenegger pertenece claramente a los republicanos moderados. Sin embargo, en 1994 apoyó la controvertida Proposición 187 para que los inmigrantes ilegales, en su gran mayoría latinoamericanos, no tuvieran acceso a los servicios sociales, y tiene como asesor a Pete Wilson, el ex gobernador republicano que fue defenestrado de la política después de una campaña anti inmigratoria a mediados de la década pasada.

Ante este panorama, en los círculos oficiales de Washington se estima improbable que Bush adopte una actitud de apoyo a Schwarzenegger. El presidente, que justo estos días intenta recolectar fondos en California, preferiría "caerse muerto" antes que dejarse ver junto a Terminator en esta visita, según palabras de un alto funcionario de la Casa Blanca. (DPA)