El gobierno de Brasil dice que este año habrá una reactivación

El presidente del Banco Central brasileño, Henrique Meirelles, y el jefe de la Casa Civil, José Dirceu, aseguraron que ya están las condiciones para que la economía del país vuelva a crecer, e indicaron que el fin de la recesión llegará en el último trimestre del año.

Dirceu, hombre de confianza del presidente Luis Lula Da Silva y una especie de jefe de gabinete, aseguró ayer que "todo el esfuerzo" del gobierno apunta a "crear las condiciones para nuevas inversiones y para que la economía vuelva a crecer", y agregó: "Lo estamos logrando".

El funcionario reiteró las palabras de Lula, quien el jueves por la noche en un mensaje al país afirmó que "lo peor ya pasó, y las buenas noticias ya están comenzando a llegar". La tesis oficial es que las rígidas políticas monetaria y fiscal impuestas hasta ahora acabaron con el peligro de la inflación, lo cual permitirá en lo sucesivo una baja en las tasas de interés, que desembocará en una reactivación económica sostenida a partir de octubre.

Meirelles sostuvo que "el nivel de actividad está determinado por la estructura de las tasas de interés de mediano plazo", que se sitúan actualmente en poco más de 21% anual, por debajo de la tasa básica de 24,5%, lo que está impulsando el repunte de la actividad. El jefe de la autoridad monetaria, uno de los economistas ortodoxos que convocó Lula para su gobierno, afirmó que el crecimiento se espera "a partir del último trimestre".

El fin del parate de la industria brasileña es esperado ansiosamente no sólo por los empresarios del país sino también por los argentinos, que en los últimos meses vieron reducidas sus exportaciones al principal socio, y se quejaron a su vez por la "invasión" de sus productos.

Mientras los últimos datos oficiales indican que la actividad industrial entró en recesión, con una caída del 2,6% en el segundo trimestre, el gobierno enfrenta problemas para que el Congreso apruebe su reforma tributaria y que los gobernadores acepten la no coparticipación del "impuesto al cheque".

En tanto, el titular de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), Armando Monteiro, sostuvo que, "luego de los durísimos ajustes fiscal y monetario, no tendremos ningún crecimiento espectacular o muy intenso". El dirigente Paulo Pereira da Silva, líder de la opositora Fuerza Sindical, apuntó por su parte que "el gobierno pide paciencia mientras millares de personas pierden el empleo y las empresas están quebrando".