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 domingo, 03 de agosto de 2003

Comunicación
Espacios creativos

A lo largo de la historia muchos poetas, músicos y pintores han manifestado que cuando están en esos "raros momentos de inspiración" las ideas fluyen en su interior sin obstáculos y no sólo ven con claridad en su mente el tema artístico que buscan sino que lo ven con forma, armonía y contexto adecuados. Al principio, el producto acabado se va revelando paso a paso mientras el artista se aviene a construir esa revelación, y, finalmente la obra de arte aparece.

Para Mona Brookes, difusora de la educación por el arte en EEUU, para estimular la creatividad debemos disponernos a las siguientes acciones:

* Tratar de generar un ambiente de trabajo que aliente a la exploración.

* Olvidar las palabras "bueno, malo, mejor, peor, acertado, equivocado", ellas matan la creatividad.

* Valorar todas las preguntas, propias y ajenas, aunque parezcan extravagantes.

* Fijarse como modelo el respeto y la valoración de las diferencias y prescindir del concepto de que un tipo de arte es el verdadero, en oposición a otros.

* Crear una atmósfera no competitiva, ya que con el fervor de superar a nuestros presuntos adversarios, nos centramos excesivamente en nuestro propio rendimiento, o en nuestros logros, más que en el proceso del descubrimiento creador.

* Tener en cuenta que un grado razonable de disciplina y organización contribuye en gran medida a sacar afuera al músico, poeta o escultor que cada uno tiene adentro.

* Divertirse, ya que a veces la solemnidad nos hace perder la capacidad para el juego espontáneo. Conviene dejarse llevar simplemente por el encanto de hacer cosas nuevas.

Al igual que los artistas, los inventores han recurrido a la mente intuitiva para resolver problemas, tomar decisiones y encontrar la inspiración que los conduzca a establecer algo por primera vez. Desde la rueda hasta las computadoras, todas las invenciones humanas han surgido del justo balance entre la intuición y la racionalidad.

¿Solemos vernos a nosotros mismos como personas creativas? Generalmente no lo hacemos, pero creo que si nos observamos detenidamente, podemos concebirnos creativos si decimos de nosotros que hemos sido originales, por considerar las cosas desde un nuevo ángulo, si nos vemos flexibles por utilizar nuevas formas de hacer las cosas y "sensibles" por detectar conexiones hasta el momento ignoradas.


Vida cotidiana
En distintos momentos de la vida cotidiana nos encontramos obligados a resolver situaciones que nunca hemos afrontado antes. Es entonces cuando salimos adelante convirtiéndonos, por ejemplo, en el plomero que cambia el cuerito de la canilla del baño o el chef que elabora un exquisito menú para los invitados.

Creo que también podemos aplicar la creatividad en las relaciones interpersonales, quizás sea una posibilidad que no siempre aprovechamos y que nos sería de utilidad a la hora de intentar estar mejor con aquellos con los que convivimos o trabajamos.

Van Gogh escribió: "El arte es el hombre agregado en la naturaleza". Me pregunto: por qué no sumarnos entonces, al permanente acto creativo de la naturaleza ofreciendo a las personas con las que contactamos nuevas formas de hacerlo, creando interacciones que promuevan bienestar, disponiéndonos en los encuentros con formas comunicacionales renovadas y viendo qué comportamientos pueden promover en nosotros este tipo de creatividad.

Tal vez sea conveniente atender a la propia experiencia intuitiva, la cual, según la psicóloga Frances Vaughan puede darse en cuatro espacios:

* El físico: las sensaciones corporales, nos ayudan a saber si el medio que nos rodea es favorable o no.

* El emocional: nos permite observar el mundo interno de otras personas, e identificarnos empáticamente con lo que creemos que sienten.

* El mental: en el que acontecen experiencias de descubrimiento, que llevan a la concepción de nuevos significados.

* El plano espiritual: donde la intención se manifiesta como una experiencia reveladora de la verdad.

Cada día, al encontramos con diversas personas, interactuamos con ellas moldeando en forma conjunta esa relación. Esas son las obras de arte que ineludiblemente aparecen en un sentido salidas de nuestro espíritu creativo, y en otro constituyendo una totalidad que nos trasciende y nos incluye. Cuando esta obra aparece para las personas con las que nos relacionamos como un espacio de encuentro vivificador, como dimensión generadora de "bienestar", es cuando podemos afirmar de nosotros que hemos sido creativos.

Patricia Flanigan

Especialista en comunicación humana

www.ich.com.ar



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