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 domingo, 27 de julio de 2003

Para leer: "Mar de amores"

Estela Parodi no es nueva en la arquitectura con letras. "Mar de amores", de editorial Fundación Ross, es su tercer libro de cuentos publicado, donde el espíritu de su autora nos lleva a una incursión de amores: salobres, paroxísticos o rastreando la huella de una mansa gaviota.

Con la consigna "prohibido llorar a menos que sea por amor", sus personajes, con melancólica intensidad y sensibles reflexiones despliegan todo un horizonte de infelicidad, de amor perdido o mancillado. Inmersos en logradas atmósferas pletóricas de música interior, recorren un viaje minucioso por un laberinto de luces y sombras del alma humana. Con lenguaje bastante trabajado, poético, apenas irónico, nos meten en sus vidas, sus tramas y hasta en sus camas.

Salvo en "En otoño", sus narradoras son mujeres seducidas, que viven por los ojos del hombre, que tienen amores secretos, que fueron despreciadas y abandonadas, que han amado, y que indefectiblemente aman.

El relato que da título a este volumen nos zambulle literalmente en su mar. Una desasosegada infancia busca, paradójicamente en un mar de sombras, recuerdos para exorcizar, inefables amores familiares, intrincados amores adultos.

En "El chat" recrea un confundido amor virtual donde la protagonista perdida en un camino de soledad e inmadurez afectiva está a punto de llegar a una ridícula infidelidad.

"El tío Juan", un relato con estética minimalista, evoca a aquel amor que plasma Robert Waller, en "Los puentes de Madison". Tan romántico, tan puro que es capaz de sostenerse toda una vida. Sin miradas, sin piel, sin horas compartidas, el auténtico amor entre dos seres, cuya honestidad les ha obligado a elegir vivirlo separadamente y en secreto, sólo por ser un amor a destiempo.

En estos relatos a alguien se "le arruga la sangre por la melancolía", o tratan de unir pedazos fallados o se les cruza por la frente alguna lagartija obscena, o padecen calambres en el pecho, o cavan para enterrar aunque no puedan. Lo que sí podemos ver los lectores es el espíritu de su autora, quien con ritmo afectivizado nos recrea exquisitos paisajes de sentimientos y emociones, a la vera de su "Mar de amores".

Emilia Arpini

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