Clausura 2003

Newell's se despidió en casa perdiendo e insultado

Colón le ganó por un cómodo 2 a 0

Gustavo Conti / La Capital

Ni Domizi, el último símbolo de la última época dorada rojinegra, se salvó de los silbidos. "Newell's va a salir campeón el día que se vayan todos la r... madre que los reparió", gritó al unísono todo el estadio en señal de protesta hacia jugadores, técnico y dirigentes, en la que fue la peor despedida imaginada allá cuando el plantel se preparaba intensamente en Mar del Plata para cumplir el objetivo de mínima de entrar a una copa. Este equipo del Bambino redondeó ayer ante Colón su fracaso y, con el hecho consumado, el técnico admitió ahora que no era lo suficientemente competitivo cuando pidió (a modo de ruego) que le tengan paciencia hasta la próxima temporada donde ahí sí formaría un conjunto a medida.

Fue tan penoso el adiós de este Clausura ante su gente, que los fuegos de artificio saludando la salida del equipo, más la folclórica pegatina de afiches que cubrieron el estadio para recibir a Edgardo Bauza, en modo alguno velaron la realidad de un Newell's que hace mucho tiempo no ilusiona. Si hasta el Patón tuvo su revancha al sacarse el estigma de no ganar como técnico en el Coloso.

"Dénnos con un fierro", se sinceró en el vestuario el Bambino, quien esta vez no intentó tapar el sol con las manos. No hacía falta tal autorización para graficar lo evidente. Newell's fue un alma en pena, jugó por lejos el peor partido en mucho tiempo (y eso que lo venía haciendo muy mal) y la prueba estuvo en que en el segundo tiempo jamás le hizo cosquillas a Tombolini. No llegó nunca con peligro. Ni una sola vez.

Pelotas divididas eran de Colón. Intentos de pases quedaban en los pies de jugadores de Colón. Situaciones de riesgo, excepto dos en el primer tiempo leprosas, fueron para Colón. El único que quiso la victoria y puso toda la convicción en lograrla, ese fue Colón. Y como premio se llevó la clasificación a la Copa Sudamericana. Newell's fue el desordenado trajín con mucho de amor propio del debutante titular Paulo Rosales y de Silvani, la seguridad que transmite cada vez más Palos y nada más. Después estuvieron los que les salió todo mal pero intentaron, y los que ni eso.

Newell's empezó a incorporar jugadores mucho antes de que finalice el Clausura porque sabe que este proceso se agotó hace rato y debe volver a encender el sueño de los hinchas. No sólo no mejoró en nada desde aquella paupérrima puesta en escena en los amistosos de Montevideo previos al inicio del campeonato, sino que involucionó. Con Mauro Rosales en la cancha la cosa hubiera sido mejor pero no mucho más. Un jugador no hace a un equipo.

Colón lo dejó al desnudo como otros lo hicieron, pero nunca tanto. Ahora ya está. De nada sirve llorar sobre la leche derramada. Para que esta situación, repetida, tenga remedio es necesario no hacer la más fácil y arreglar las cosas con insultos, sino pensar en cuáles son los problemas y encontrarles soluciones. Es tiempo de que la meta esté centrada en esa búsqueda para que el festejo de los 100 años del club del Parque en noviembre próximo pueda tener correlato en la cancha.


Síntesis
Newell's 0: Palos 6; Vella 4 (46’ Liendo 3), L. Fernández 4, Ré 4 y Adinolfi 4; Villar 4, Ponzio 3 y Domizi 4 (57’ Saucedo 3); Manso 3 (46’ E. Martínez 3) y P. Rosales 5; Silvani 5. Suplentes: Pocrnjic y Sebastián Domínguez. DT: Héctor Veira.

Colón 2: Tombolini 6; Píccoli 5, Herbella 6 y Pereyra 6; J. Martínez 6, Capurro 6, M. Romagnoli 7; Parodi 7 (87’ Merlo); Migliónico 6 (58’ Gavatorta 5); Blanco 6 (75’ Savoia) y Carignano 7. Suplentes: Ribas y Reynoso. DT: Edgardo Bauza.

Estadio: Coloso del Parque.

Arbitro: Juan P. Pompei (6).

Goles: 34’ Blanco (C) y 74’ Carignano (C).

Amonestados: E. Martínez (NOB), Pereyra y Parodi (C).

Otra vez los jugadores se fueron insultados.