Año CXXXVI
 Nº 49.869
Rosario,
viernes  06 de
junio de 2003
Min 10º
Máx 19º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





NBA
Básquet: Ginóbili y Los Spurs jugarán la segunda final
Desde las 21.30 por ESPN

Emanuel Ginóbili, quien el miércoles entró en la historia al convertirse en el primer argentino en jugar una final de la hasta ahora inalcanzable NBA y esta noche (21.30 por ESPN) afrontará el segundo partido como local entre su equipo, San Antonio Spurs y New Jersey Nets, emerge desde el básquetbol como un producto típico de la "industria nacional" y un arquetipo del devenir de su país en las últimas décadas.
No es casual que Ginóbili sea oriundo de Bahía Blanca, la dorada "capital del básquetbol" que fue referente de esta actividad desde la década del 60 hasta más de mediados de los 80.
Como tampoco lo es que el otro sobreviviente de los tres que llegaron a la meca del básquetbol mundial, Juan Ignacio Pepe Sánchez (actúa en Detroit Pistons), también lo sea (el que entró y salió de ese círculo privilegiado fue el chaqueño Rubén Wolkowyski).
Bahía Blanca y básquetbol fueron sinónimos durante un cuarto de siglo, con figuras consulares como Atilio Fruet, Alberto Cabrera y José De Lizaso como estandartes.
Como una paradoja, el arribo de la Liga Nacional, que hizo crecer la actividad interna, terminó siendo nociva para la "capital del básquetbol", ya que la incorporación de dos y hasta tres extranjeros de buen nivel, especialmente norteamericanos, en los restantes equipos del país, fueron desplazando su protagonismo.
En los primeros años de Liga, allá por 1984 y 1985, Olimpo se mantuvo en pie y estuvo peleando arriba y jugando finales, pero poco a poco empezó a sucumbir ante conjuntos que, con mayor poder adquisitivo (Ferro y Atenas, de Córdoba, en aquel momento), incorporaron foráneos con los que marcaban diferencias.
Y conforme fue avanzando la Liga y todo lo que llegaba de afuera maravillando a los argentinos, Bahía Blanca fue perdiendo esa impronta que lo convertía en punto nacional de referencia para consolarse con el autoabastecimiento de su competencia interna.
Pero como el producto nacional es de calidad, cuando además se lo rodea de las mejores condiciones para su desarrollo, crece hasta límites insospechados, pero que no deberían sorprender a nadie. A nadie que haya crecido en esta Argentina.
Y aunque quizás suene exagerado y hasta represente una carga extrema para Ginóbili, que él esté ocupando ahora ese lugar de ensoñación, es un verdadero paradigma de lo que son capaces de hacer los argentinos a pesar de los castigos a los que los sometió su historia.
Por eso, más allá de las elucubraciones sobre si el pivote Tim Duncan podrá otra vez con Kenyon Martin o el base Tony Parker con Jason Kidd, y si a través de ello y el aporte de Manu, San Antonio prevalecerá nuevamente hoy sobre los Nets, la presencia de un genuino producto argentino en la cima del mundo basquetbolístico sonará más a demostración que a conquista. (Télam)



Ginóbili sigue haciendo historia en la NBA.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
Interés en el mundo por la gran final de la NBA
Interesante programa por la B Rosarina
Liga Nacional: Boca, a un triunfo de clasificar
Diario La Capital todos los derechos reservados