Año CXXXVI
 Nº 49.869
Rosario,
viernes  06 de
junio de 2003
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Enfrenta al holandés Verkerk en una de las semifinales de Roland Garros
Tenis: El Mago Coria tiene hoy su gran chance
El partido arranca a las 8 y televisa ESPN. Costa y Ferrero, dos españoles en la otra semi

El argentino Guillermo Coria que jugara hoy una de las semifinales de Roland Garros ante el sorprendente holandés Martin Verkerk, por su presente ya se encuentra entre los mejores tenistas del circuito, lugar que por sus enormes condiciones y talento amenaza con no abandonar por mucho tiempo. El partido comenzará a las 8 (hora argentina) y será televisado por ESPN.
En París el Mago pudo plasmar su talento y condiciones, las mismas con las que amagó varias veces llegar a ser uno de los animadores del circuito.
La historia de Guillermo comenzó desde pequeño en Venado Tuerto, muy cerca de Rufino, la localidad santafesina donde nació.
De niño se destacaba en sus dos deportes preferidos, el fútbol y el tenis, pero a los 11 años optó por la raqueta y junto a su padre y entrenador, Raúl Coria, se metió de lleno para crecer e intentar convertirse en profesional.
Al ver las condiciones de su hijo, Cacho Coria realizó un enorme esfuerzo para enviarlo solo hacia Estados Unidos a entrenar con los mejores profesores y rápidamente sus progresos se hicieron notar.
A los 15 años se consagró campeón junior del Orange Bowl, en 1999 fue semifinalista de Wimbledon, ganó Roland Garros y terminó su carrera juvenil como número dos del mundo por detrás del suizo Roger Federer.
Al año siguiente ingresó al circuito, donde todos comenzaron a hablar de su talento y mentalidad ganadora y esperaban de un momento a otro su explosión.
De a poco se fue metiendo entre los grandes al ganar los últimos cuatro Challengers de la Copa Ericcson seguidos, acumulando 20 victorias en cadena y meterse entre los 50 mejores.
Parecía que estaba por dar el gran salto, pero sin embargo en 2001 sufrió un duro golpe al ser sancionado por doping, tras comprobarse en un control que en su orina se había encontrado la sustancia de moda en ese momento: nandrolona.
El argentino demostró luego en su apelación que había ingerido la sustancia en un complejo vitamínico contaminado, pero la ATP no le creyó y lo terminó suspendiendo por seis meses.
Pese al golpe, Coria no se cayó y continuó entrenando para regresar al circuito con todo, pero algunos problemas con sus entrenadores y su carácter tan explosivo como su talento generó recelos y postergó su despegue.
Y este año lo hizo con todo al empezar la temporada en Australia con buenos resultados, llegar a las definiciones de Buenos Aires y Montecarlo, y en Hamburgo se quedó con el primer Masters Series de su carrera y su segundo título, justo antes de comenzar Roland Garros.
Parecía que estaba preparado para deslumbrar en París y así fue. Con un juego sólido, de alto vuelo y lleno de magia, ya está en las semifinales y por su excelente nivel no es imposible soñar a lo grande con que repita lo hecho hace 26 años por Guillermo Vilas, cuando Willy se quedó con el título.
A los 21 años el argentino ya está entre los mejores (6 en el mundo) y tiene todo para mantenerse arriba por bastante tiempo.
Coria no es un jugador que se destaque por un golpe en particular, por su revés como Gastón Gaudio o por su saque como Pete Sampras, pero posee un juego definido y una variedad de recursos admirable.
Todos sus golpes son eficaces -especialmente su magistral drop- y potentes pese a no poseer un gran físico, pero esa fuerza radica en lo bien que interpreta el juego por su enorme velocidad mental.
Esa que le valió comparaciones con el máximo ídolo actual de los franceses, Zinedine Zidane, quien tampoco posee un físico privilegiado pero que brilla por leer el juego de una forma magistral.
Y ese justamente es el punto más alto del juego del Mago, su mentalidad.
La que le permite adivinar los partidos, dominar a sus rivales y cerrar bien los juegos, lo que combinado con su hambre de gloria y su enorme ambición hacen que en estos momentos sea muy difícil vencerlo.
El diminuto físico de Coria no parece el de un deportista profesional, pero el trabajo del preparador físico rosarino Jorge Trevisán se nota y mucho.
Entre sus puntos débiles se encuentra el servicio, que debería mejorar para hacer valer su talento ante los jugadores más potentes y tampoco se destaca por su volea, pero suple ese defecto con su 'timming' para subir a la red.
Hoy Coria saldrá a enfrentar al holandés Verkerk (46º en el ránking), quien viene de dar la sorpresa al eliminar al español Carlos Moyá, con la serenidad del que cree en su juego y condiciones.
Eso le dará el plus necesario para tratar de meterse en la final de París, algo que marcaría un hito en el tenis argentino, aunque de no lograrlo nada opacaría su actuación y su futuro de estrella mundial del circuito.
En la otra semifinal habrá duelo de españoles: Albert Costa (cabeza de serie número 9 y ganador de la última edición) se medirá con Juan Carlos Ferrero (tercer favorito). (Télam)



Guillermo Coria quiere seguir seduciendo a los franceses.
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