Año CXXXVI
 Nº 49.869
Rosario,
viernes  06 de
junio de 2003
Min 10º
Máx 19º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





El actor encarna en la tira "Dr. Amor" a un personaje que lo devuelve a la comedia
Arturo Puig: "Los abuelos también podemos ser galanes"
Dijo que la tira intentará recuperar el mercado latino para las novelas argentinas

Rodolfo Bella / La Capital

Arturo Puig estrenó rol de abuelo en televisión. Después de ser el galán en telenovelas que marcaron su época, como "Pablo en nuestra piel" o "Carmiña", Puig es ahora un cirujano plástico maduro y soltero, que sin embargo no pierde su compulsiva actitud seductora en "Dr. Amor". Sin embargo, el actor aseguró que no siente nostalgia por los personajes de los inicios de su carrera. Es más: asegura que los años no son un inconveniente para seguir conquistando a las mujeres, al menos en la ficción.
El trabajo sucede a "¡Grande Pá!", "Primicias" y "El precio del poder", donde interpretó personajes diametralmente opuestos: un padre complaciente, un periodista correcto y un empresario corrupto. Junto a Segundo Cernadas, quien interpreta a un hijo que aparece por sorpresa en la vida del doctor Amor, la colombiana Lorna Paz y la peruana Vanessa Robbianno, la tira apostó a un elenco que incluyó actrices latinoamericanas para recuperar un mercado que, según Puig, el género perdió con el tiempo y que debe reconquistar.
-¿Cómo fue la experiencia de regresar a la comedia?
-Por el momento es una muy buena experiencia. Estoy muy conforme de volver a hacer una comedia. Por otro lado se dio que es un producto internacional ya que parte del elenco está formado por artistas de otros países de Latinoamérica. Es bueno que tengamos llegada a otros públicos. Los argentinos hace mucho tiempo que tenemos perdido ese mercado. Por otro lado está el tema del acento argentino, al cual están muy poco acostumbrados y por eso intentamos que el acento sea más bien neutro.
-¿Cómo lo afectó el fracaso de "El precio del poder"?
-Creo que lo que pasó es que hay momentos y momentos para hacer ciertos programas. Salimos a competir en la mitad del año contra programas que ya estaban muy instalados en el rating, como era en ese momento "099 Central", Tinelli, y otros que ya tenían seis o siete meses en el aire. Fue algo muy difícil, para una tira diaria y sobre todo cuando hay programas instalados.
-Como compensación tuvieron los 50 puntos de "¡Grande pa!"...
-Si, fue histórico en la televisión.
-¿Esperan repetir ese éxito?
-Es muy difícil en este momento. Las 18 no es lo mismo que las 21. No puede ser un rating extremadamente alto porque la gente no está en la casa. De cualquier manera, nos han dicho que estamos bien posicionados.
-¿Le costó distanciarse del personaje de aquel programa?
-No, para nada. Fue un personaje más, lo que pasa es que pegó muchísimo en la gente, muy ayudado también por el título porque el hecho que haya sido una expresión muy popular quedó muy pegado en la gente. Creo que si se hubiera llamado de otra manera no hubiera pegado tanto.
-¿Cree que es un personaje con el cual todavía lo identifican?
-No, porque ahora la gente por la calle me grita ¡Grande, doctor Amor!
-¿Qué tiene en común con el doctor Amor?
-Creo que lo que me identifica es la comedia. En una tira uno pone más cosas de uno mismo por no tener tanto tiempo para elaborar un personaje y entonces tiene que recurrir a más cosas personales.
-¿Se sinete incómodo con su primer personaje de abuelo?
-No, al contrario, porque la base del programa es una idea mía. El formato original era un unitario y la idea era plantear cómo este hombre solo de pronto se convertía en padre y abuelo al mismo tiempo. Surgió de una charla que tuve con Raúl Lecouna, que es el productor, pero fue todo muy de casualidad. Le conté mi idea, le encantó y le agregó otras cosas y así surgió "Dr. Amor".
-¿Siente nostalgias por el galán?
-No, para nada porque conozco abuelos muy galanes (risas). Hoy el abuelazgo no es lo que era, si pensamos en esa idea del abuelito con bastón. Tengo amigos más jóvenes que yo que son abuelos o que tienen edad para serlo y no encuentro ninguna contradicción entre la capacidad de seducir y la edad.
-Teniendo en cuenta su experiencia con guionistas que marcaron la historia de las telenovelas, ¿qué diferencia encuentra con la actual forma de trabajar en equipo?
-Alberto (Migré, con el cual hizo "Pablo en nuestra piel") trabajaba solo. Lo que escribía era pura y exclusivamente suyo. Hoy hay dos o tres autores y eso hace una gran diferencia en cuanto a la escritura. Alberto es uno de los más grandes escritores de televisión. Tanto él como Abel Santa Cruz escribían solos y eso permitía otro tipo de seguimiento de la historia.
-¿Tantas bellezas latinoamericanas en el programa, no le trae problemas con su esposa?
-(Risas) No, para nada. Son dos actrices muy atractivas y muy buenas profesionales, pero es sólo parte del trabajo.
-¿Eligió personalmente a las actrices?
-No, eso fue una elección de Lecouna que hizo varias cosas para el exterior y decidió contratar actrices extranjeras.
-¿Fue una estrategia para venderlo a Latinoamérica?
-Si, porque según él es muy difícil vender un producto argentino, ya que es un mercado que fuimos perdiendo. En un momento nos compraban las latas, con actores e historias nuestras y por eso ahora hay que hacer coproducciones.
-¿El rating se antepone al producto?
-El rating es un poco el rey de la televisión. Sobre todo en los últimos años pasó de programas que lamentablemente empezaron con bajo rating y los levantaron sin darle tiempo para crecer, cosa que antes no sucedía. De todas maneras uno trabaja para tener un éxito, pero creo que nadie trabaja pura y exclusivamente para tener rating.
-¿Qué opina de los actores que surgen de los shows mediáticos?
-Hacen un par de programas y no hacen más nada. Tal vez lo que se obtiene es nada más que la fama un poco efímera del reality show coloque a alguien en un lugar importante.
-¿Encuentra diferencias en el modo de actuar entre los actores de su generación y las nuevas?
-En algunos casos noto una naturalidad entre comillas, que pasa a no ser actuación. Es una naturalidad tan natural que deja de ser creíble. En otros casos es posible ver que tienen talento.
-¿Ser un actor con una carrera casi exclusivamente televisiva es una limitación en algún sentido?
-No, para nada, porque, aunque tengo una presencia regular en televisión siempre hice trabajos diferentes y cada una tuvo un interés particular.



Puig dijo que apuntan a un producto para la familia. (Foto: Damián Neustad)
Ampliar Foto
Notas relacionadas
Los enemigos de la poesía
El medio natural de la comedia
Diario La Capital todos los derechos reservados