Año CXXXVI
 Nº 49.845
Rosario,
domingo  18 de
mayo de 2003
Min 11º
Máx 15º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Precoloquio. Las bases de un programa exportador
Con reglas claras, el agro promete derramar beneficios
Empresarios del sector alimentario piden bajar impuestos para alentar un nuevo boom exportador

Alvaro Torriglia / La Capital

Los empresarios del sector agroindustrial se mostraron convencidos de que la exportación de alimentos puede motorizar el crecimiento sostenible de la Argentina. Pero insistieron en reclamar al nuevo gobierno "reglas de juego estables" y reducción de impuestos.
Alberto Rodríguez, gerente de la cámara que agrupa a la industria aceitera, presentó en el precoloquio de Idea el caso de una cadena que se insertó exitosamente en el mercado mundial y que hoy explica el 23% de las exportaciones argentinas.
"Las claves que permiten explicar por qué Argentina se convirtió en el primer exportador mundial de aceites vegetales y harinas se encuentran en que ya en los 80 este sector fue abierto al mundo y obligado a competir, en la estabilidad de reglas de juego generadas en la ley de granos, que tiene 25 años, en el diferencial arancelario, la eliminación de las retenciones en los 90, la inversión de más de 500 millones de dólares que realizó la industria, la infraestructura y el crecimiento del área sembrada y la productividad", explicó el directivo.
Rodríguez señaló que la producción de oleaginosas creció por aumento de área sembrada pero más por la suba de los rindes, "lo que tiene que ver con el uso de la tecnología". Y explicó que "la industria invirtió para acompañar el crecimiento productivo pero a la vez lo incentivó". La capacidad instalada de la industria subió 70% en los 90 y la molienda subió 67% en el mismo período. "La utilización de la capacidad industrial en Argentina está en los mejores niveles mundiales", concluyó el directivo.
Entre las limitantes que enfrenta el sector, Rodríguez puso en primer plano las trabas en el comercio internacional y, a nivel interno, el tema impositivo. En ese sentido, reclamó la devolución de 650 millones de pesos que adeuda el Estado por reintegros del IVA y disparó contra la pesificación del factor de convergencia y la negativa oficial a autorizar el ajuste por inflación de los balances. Respecto de las retenciones, advirtió que "no deberían extenderse en el tiempo porque tarde o temprano provocarán una caída de la producción agropecuaria".

Sobreinversión láctea
Juan Forn, de Molinos, presentó un panorama del sector lácteo. Se trata de un negocio de unos 5.800 millones de pesos que genera 100 mil empleos y que en la década del 90 creció en producción un 70%. En el 99, el sector entró en una grave crisis producto de la devaluación en Brasil, la caída de los precios internacionales, la recesión en el mercado interno y la competencia de la soja sobre los tambos. Esto derivó en una caída de la producción cercana al 15% en 2002, cuesta que este año comenzó a remontarse, ahora condicionada por el efecto de las inundaciones en la cuenca santafesina.
Para Forn, esta breve historia deja una enseñanza: "Con estabilidad se puede hacer mucho y así lo demostró el sector, pero la expansión a toda velocidad de los 90 no fue metódica y generó una sobreinversión que ahora se está pagando cara".
Según sus propios datos, las inversiones en el negocio lácteo llegaron en ese período a 1.500 millones de dólares pero ese crecimiento no fue ordenado y avivó "un círculo vicioso en la lechería argentina que pasa por altos precios, aumento de las exportaciones, aumento de la producción, caída de precios y caída de la producción".
El empresario saludó los acuerdos en el marco de la mesa interprovincial de lechería que agrupa a las usinas, los tamberos y los gobiernos nacional y provincial para avanzar en un programa de crecimiento ordenado de la lechería.
Pero advirtió que "la poca claridad que hay en la discusión del precio que se paga al productor" conspira contra la posibilidad de una estrategia común. "Se dice que las grandes empresas fijan precios, que los supermercados no achican sus márgenes, que en la fase expansiva las industrias se quedan con el sobreprecio y en las recesivas trasladan la crisis, que las empresas están endeudadas, todo eso tiene algo de verdad pero también hay mucho de preconcepto", enfatizó y aseguró que "de lo que se trata es de echar una nueva mirada al tema precios y al del negocio en general, buscando un mercado grande y no uno chiquito y regulado".
En ese sentido, explicó que el precio de la materia prima significa el 65% del costo final de la industria. "Son muy pocos los productos que pueden capturar precio hacia adelante, un yogur de la línea más VIP de Danone puede hacerlo, pero en el resto de los productos estamos hablando de commodities, que dependen de achicar los costos para ganar en precio", disparó.
En ese sentido, enfatizó que el nuevo concepto del negocio lechero debe imitar el modelo de la agricultura, que "buscó el margen trabajando hacia atrás, achicando costos". El productor argentino, dijo "debe dejar de pensar en producir más para ganar bien sino en producir bien para ganar más".
Forn consideró que en el negocio lácteo "se tendrá que consolidar la concentración porque de nada vale una industria en mayor competencia si no puede abastecerse de materia prima con un costo a nivel mundial".

Infraestructura
El vicegobernador de Santa Fe, Marcelo Muniagurria, puso en agenda la necesidad de impulsar proyectos de infraestructura para acompañar y potenciar el crecimiento productivo. Y enfatizó que esos proyectos deben hacerse pensando en el interior. "Argentina no es sólo la Capital y el conurbano, el crecimiento de la producción está en el interior y hay que apoyarlo con planes como el circunvalar, el dragado, una buena red de rutas, puertos, caminos y almacenaje", dijo.
En la catástrofe de Santa Fe encontró también el ejemplo para esta idea. Alertó que "la reconstrucción debe convertirse en un eje de desarrollo, no se trata sólo de refundar la ciudad capital, poniendo las cosas en el lugar que estaban, sino de repensar todo un plan para el desarrollo del centro norte provincial".
Señaló que, además de las obras de reconstrucción e infraestructura básica, ese proyecto requiere de la armonización de los niveles nacional, provincial y comunal para "el manejo del agua como recurso estratégico, para que no pase más que a una mitad le sobre y a la otra le falte".
Tras recordar que 11 departamentos de la provincia, sobre 19, tienen problemas de anegamiento, Muniagurria también puso en discusión el modelo productivo: "La cuenca del Salado se agrandó y se multiplicó por canales, obras, que intentaron acompañar el crecimiento de los cultivos, la ampliación de la frontera agrícola es buena pero hay que ponerla en discusión para ver las consecuencias que tiene".


Notas relacionadas
Las ideas para crecer en base al campo
Deuda y comercio exterior, dos caras de una misma negociación
Un modelo que deje atrás la especulación
Diario La Capital todos los derechos reservados