La imagen de filas de camiones transportando la letal carga contaminante que llega desde los barrios que han sufrido la catástrofe realmente conforma un cuadro impactante en la desolada zona del norte de la capital -casi en el mismo límite de la ciudad- donde funciona el relleno sanitario y que por momentos parece no dar abasto ante la descarga de la basura.
Por supuesto que la gente de los alrededores sufre y se queja. No muy lejos del lugar desde hace tiempo se levanta un barrio de casitas nuevas de UPCN, y aun cuando todavía predomina el paisaje descampado, los olores nauseabundos se perciben por kilómetros, mucho más ahora cuando la descarga no para.
"No podemos parar. No podemos sentarnos para ver si encontramos soluciones alternativas. Si alguno la tiene que la diga, y si no, el único lugar seguro para descargar la basura sigue siendo el relleno sanitario", sostuvo ayer un funcionario municipal de Medio Ambiente donde el mayor empeño es tratar de superar la cifra de las 1.000 toneladas diarias de basura recogida.
Por ahora la intención de enterrar los restos en descomposición de animales en otros lugares quedó solamente en idea ya que la mayoría de los terrenos de la zona se encuentran anegados, razón por la cual la fétida carga es arrojada en el relleno, y posteriormente se la cubre con cal, lo que hace que disminuya su actividad bacteriana. Finalmente se tapa con tierra.
Caballos, perros, gatos y otras mascotas, como también restos de medias reses en estado de descomposición son parte de los elementos que en mayor número se pueden advertir en la descarga que durante toda la jornada se reitera generando un olor nauseabundo producto de la putrefacción.
En este ámbito ayer creció la idea de que los terrenos del dique 2 del puerto de Santa Fe servirán de depósito transitorio para la basura inorgánica. Para acelerar los tiempos ésta se depositará durante el día, y por la noche se la trasladará hasta el relleno sanitario con lo cual se pueden incrementar las toneladas diarias.
Otro dato sobre el cual se está trabajando en el ámbito municipal es la posibilidad de cargar en barcazas gran parte de la basura inorgánica para trasladarla a islas del delta del Paraná y finalmente quemarlas.
El líquido acuoso que aún se mantiene en algunos barrios se ha convertido lentamente en veneno, tal el grado de contaminación que cubre la Santa Fe todavía inundada. A los cadáveres de animales y restos de materiales orgánicos se suma ahora la posibilidad de que la mayoría de los pozos negros de la zona hayan explotado y contaminado de excrementos las napas. Ayer se hizo comentario obligado el episodio del que fue protagonista un vecino de Santa Rosa de Lima, quien permaneció durante horas en su vivienda con el agua a su cintura y al poco tiempo de retirarse debió ser internado en el Hospital Cullen como consecuencia de una seria infección en la piel de sus piernas.
Por ese motivo las autoridades sanitarias siguen recomendando que los que vuelvan a sus casas deberán hacerlo con botas, guantes y barbijos, y realizar un profundo lavado de sus manos con alcohol antes de tocar algún alimento.
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Perros y gatos muertos aún permanecen en las calles. |  | Ampliar Foto |  | |
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La Ciudad
