cartas

Ingratitud socialista

Elisa Carrió, que fue la gran sorpresa de las últimas elecciones, se ha hecho lenguas elogiando al intendente de Rosario. Sin embargo, no pudo cerrar un pacto electoral con el socialismo porque existían divergencias de base, las duras posturas abortistas de Bravo y Giustiniani alejaron toda posibilidad de alianza. A pesar de todo, esta mujer que no tiene pelos en la lengua, pero que quizás no maneja toda la información, más allá de la imposibilidad de alianza con el socialismo, sigue apoyando a Binner y hasta se hacen suposiciones de que lo avalaría en su eventual, muy eventual, candidatura a gobernador. Con estos antecedentes, estimo que el socialismo debería tener para con ella palabras de elogio. Sin embargo, en La Capital del 30 de abril, han salido a "pegarle" -como se dice en la jerga- por sus críticas a Giustiniani; eso me parece una ingratitud inmerecida por esta mujer, que por lo menos parece tener buena fe. Lo único que le faltaría saber es que entre Binner y Giustiniani no habría tantas diferencias en materias fundamentales, como ella cree. Es de bien nacidos ser agradecidos y, por lo menos, creo que el socialismo debería agradecer a esta mujer que lo toma en cuenta a pesar del escasísimo caudal electoral que ha demostrado tener.
Nereida Brumat Decker