Año CXXXVI
 Nº 49.829
Rosario,
viernes  02 de
mayo de 2003
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Venció a Libia 3 a 1 y mostró algunos síntomas de cambio
Selección nacional: Bielsa ajusta la señal
En Trípoli, el DT argentino puso algunas de las figuras que el pueblo futbolero viene reclamando

Marcelo Bielsa "cumplió" con el pedido de la gente y el miércoles por primera vez juntó durante un buen tiempo a Javier Saviola, Pablo Aimar, Juan Román Riquelme y Esteban Cambiasso en un partido en el que el rival, Libia, no fue medida para probar este recambio al que, de una primera mirada, se puede advertir que le falta una buena señal de ajuste.
La concreción de esta realidad pedida a gritos por el pueblo futbolero argentino después del fracaso mundialista de Corea-Japón se concretó a partir del arranque del segundo tiempo del cotejo que los albicelestes ganaron por 3 a 1 en Trípoli.
En ese momento se produjo el ingreso de Riquelme, el único de este cuarteto que no fue titular, y a partir de allí todo estaba dispuesto para que el fútbol aflorara en toda su dimensión, esa de la que son capaces estos mosqueteros del buen pie.
Sin embargo la mano de Bielsa impidió que esto sucediera, porque solamente colocando a Riquelme como un cinco adelantado, parado en tres cuartos de cancha, terminó ahogando a todos los atacantes (Saviola, Aimar y Luciano Galletti), obligando a Marcelo Gallardo a recluirse en la soledad del extremo izquierdo y a Diego Placente a reprimir sus proyecciones por ese andarivel, que en el primer tiempo había faeneado Juan Pablo Sorín.
Quizás en la mente de Bielsa navegue la idea de utilizar a Riquelme en esa posición el día de mañana, habida cuenta de que no cuenta con un Fernando Redondo para el puesto, ya que Esteban Cambiasso el miércoles demostró que rinde más por izquierda y Diego Simeone ya empezó a ser un buen recuerdo.
Pero si esto es realmente así, porque en algún momento el Loco hasta llegó a insinuarlo, entonces habrá que revisar la posición exacta de Romy dentro de ese esquema, que está por lo menos 15 metros más atrás que esa en la que se desenvolvió anteayer.
Primero porque las libertades de las que dispuso a pocos metros del área libia difícilmente pueda volver a tenerlas ante otro rival, y después porque además de ahogar a sus compañeros de ataque quitándoles espacios, termina lentificando las opciones ofensivas y le quita sorpresa pese a su claridad mental.
Esa sigue siendo, si bien un poco más tirado hacia su izquierda, la zona por la que naturalmente podría desempeñarse Juan Sebastián Verón, hoy por hoy natural conductor de este equipo argentino, aún con socios del calibre de Aimar y Riquelme en franca convivencia con él.
Del resto, es evidente también que al entrenador rosarino le sigue costando encontrar el arquero, porque Pablo Cavallero no da la sensación de ser el dueño inamovible del puesto, y prueba de ello es la facilidad que le dio al atacante libio Tareq Taib para que lograra el transitorio empate a su equipo.
En cuanto a la defensa, el problema sigue estando por derecha, ya que desde que Nelson Vivas se fue del equipo, primero por lesión y después porque no volvió a la altura de su rendimiento anterior a la rotura de ligamentos, nunca apareció ese jugador que pudiera ser stopper y aparte desplegar una dinámica de ida y vuelta como lo hacía el nicoleño pese a sus limitaciones.
No lo fue Mauricio Pochettino ni tampoco lo es ahora Facundo Quiroga. Esa es otra búsqueda que el técnico tendrá que seguir haciendo hasta obtener el jugador adecuado.
Por contrapartida, la aparición del solvente Fabricio Coloccini le abre una buena alternativa en la zaga central, tanto para Roberto Ayala como eventualmente Walter Samuel.
Por lo demás, Sorín demostró que la cinta de capitán no le pesa en su brazo izquierdo y que Santiago Solari es otra buena variante para el Kily Cristian González.
Y en cuanto a la ofensiva, pese a que anteayer no brilló en su real medida, está claro que Saviola será más temprano que tarde el dueño de uno de los dos puestos de ataque, aunque en esto vale hacer la salvedad que Bielsa lo considera centrodelantero, y ese lugar en estos momentos de la diáspora de Gabriel Batistuta es propiedad de Hernán Crespo.
Para el Loco, Saviola no es el reemplazante de Claudio López, por lo que para verlo afincado en el ataque, puede ser que el Pibito tenga que esperar un rato todavía. Pero tiempo es lo que hoy le sobra. Como a Bielsa. Sería bueno que esta vez eso termine jugando a favor, porque el fútbol argentino lo necesita. (Télam)



Por ahora, Bielsa decidió hacerle caso a la gente.
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