Año CXXXVI
 Nº 49.822
Rosario,
jueves  24 de
abril de 2003
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Dos redituables golpes de piratas del asfalto
Robaron y descargaron camiones en Rosario. Uno llevaba equipos de TV satelital y el otro 30 toneladas de soja

Ariel Etcheverry / La Capital

Dos camiones cargados con valiosas mercaderías -uno con equipos de una empresa de televisión satelital y bebidas alcohólicas, otro con varias toneladas de cereal- desaparecieron en poco más de 24 horas en manos de piratas del asfalto en distintos episodios. Uno de los atracos se produjo dentro de la ciudad, mientras que el otro tuvo su inicio sobre la autopista Brigadier López y culminó en la zona sur de Rosario, donde fue liberado el chofer.
En los dos casos, y como en los numerosos que se registraron en los últimos meses en la zona sur de la provincia, las bandas concretaron sus golpes con gran organización: entre el atraco, el "secuestro" de las víctimas y la aparición de los vehículos obviamente vacíos, los delincuentes se desplazaron con comodidad por varias jurisdicciones policiales.
El último de los hechos comenzó alrededor de las 23 del martes en la zona de Gorriti y Perú, en jurisdicción de la seccional 12ª. El camionero Carlos Jaca, de 51 años, y su ayudante Marcos Aseguín, de 21, iban al Chaco en un Ford 4000 blanco con lona celeste, con el que habían salido de la empresa de transporte Calicó, de avenida Presidente Perón y Circunvalación.
La carga, según contaron fuentes policiales, estaba compuesta por unas 80 cajas de vinos finos, botellas de whisky importado, bobinas de cables, linternas, pilas, controles remotos para televisores y un conjunto de decodificadores y antenas pertenecientes a la empresa Direct TV.
Según fuentes policiales, los camioneros circulaban por Gorriti al 6500 y fueron interceptados por un auto gris, que sería un Ford Falcon o Taunus, que estaba ocupado por cuatro hombres que hicieron detener la marcha del camión exhibiendo armas de fuego. De acuerdo a lo que trascendió, tres de esos sujetos bajaron del coche y fueron directamente hacia la cabina.
Uno de los camioneros fue obligado a subir al coche, mientras que al otro lo hicieron sentar como acompañante mientras uno de los maleantes tomaba el volante. Así, con el auto de escolta circularon hasta inmediaciones de José Ingenieros y Circunvalación, ya en zona de la 20ª.
Allí los delincuentes cambiaron de planes. El chofer que iba en la cabina fue introducido junto a su compañero en el coche. En esa situación, privados de la libertad, estuvieron cerca de una hora y media. Finalmente Jaca y Aseguín fueron soltados en una calle colectora de la avenida Jorge Newbery, a unos metros al oeste del arroyo Ludueña, ya en jurisdicción de la subcomisaría 2ª de Nuevo Alberdi.
Las víctimas caminaron hasta la subcomisaría 21ª, del barrio 7 de Septiembre, y allí radicaron la denuncia. Una fuente de esa dependencia confirmó que el hecho se inició en calle Gorriti y no en Juan José Paso y Circunvalación. Alrededor de las 8, el camión fue hallado sin su carga en Venezuela al 900, jurisdicción de la sub 22ª.

Una carga de soja
El otro ocurrió el martes a la madrugada y se inició en la estación de servicios ubicada en la autopista Rosario-Santa Fe, en jurisdicción del departamento San Lorenzo. Pablo Israel Francisco manejaba un Mercedes Benz 2162 con acoplado y cargado con 30 toneladas de soja, con un valor de 14 mil pesos.
El chofer había salido horas antes desde la localidad entrerriana de Viale y se detuvo en la estación para cargar combustible. En eso estaba cuando aparecieron dos hombres armados y bajo amenaza de muerte lo obligaron a meterse en la cucheta del camión. Los maleantes se hicieron cargo del camión y encararon por autopista hacia el sur con el camionero tapado con una frazada. Si bien le impedían ver, la víctima pudo percibir que el camión llegó hasta Rosario y que después giraba por Circunvalación para luego acceder a una ruta, que podría ser la salida por Ovidio Lagos hacia el sur.
Francisco describió que luego de unos minutos pasaron por un peaje y que accedieron a un camino de tierra. Al fin escuchó que en un lugar no determinado el camión fue descargado. La odisea del transportista terminó el martes ya cerca del mediodía, cuando en su propio vehículo fue liberado en la villa de Callao al 4700.


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