Año CXXXVI
 Nº 49.821
Rosario,
miércoles  23 de
abril de 2003
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"En las crisis crecen las ganas de subsistir"
El coordinador del Centro de Asistencia al Suicida de Rosario, Raúl Giovagnoli, explicó la relación entre guerra y mortalidad

Estoy seguro que hoy en Irak no hay suicidios- afirmó el psiquiatra Raúl Giovagnoli- ya que en épocas de fuertes crisis la gente está tan preocupada por subsistir que no se plantea otra cosa. En las sociedades más avanzadas el índice de suicidios es elevado, por eso se lo relaciona con el progreso", agregó.
Consultado acerca de la tendencia en nuestra ciudad, Giovagnoli afirmó que "se encuentra dentro de los porcentuales internacionales, ni más ni menos".
En diálogo con La Capital, el coordinador del Centro de Asistencia al Suicida de Rosario, que funciona desde hace 15 años (el segundo del país), explicó que se trata de un servicio de atención telefónica dependiente del Ministerio de Salud provincial y que recibe llamados diariamente, de 8 a 22, a través del teléfono 4724646. "Es un servicio anónimo, donde no se identifican ni el que llama, ni el que contesta. Tampoco se graban las contestaciones, ni tenemos detector de llamados", aseguró Giovagnoli. "La personas que atraviesan una crisis pueden comunicarse y ser escuchadas por los voluntarios capacitados para este fin", agregó.

Entrenados para escuchar
"En este momento más de 100 personas se están capacitando para trabajar como voluntarios", comentó el coordinador. "Consideramos que quienes atienden estos llamados deben estar debidamente capacitados", explicó Giovagnoli. "Aunque sean profesionales los cursos apuntan a que éstos aprendan a escuchar entre líneas. El servicio se basa en descubrir en el diálogo frases, situaciones y dichos que puedan estar condicionando la situación actual, no en dar consejos", subrayó.
El simple hecho de que la persona en crisis pueda hablar y recordar posibilita un probable cambio en su posición, que puede hasta variar la decisión. "La intención es posponer un acto con la chance de pensar la situación de otra manera. Se trata de modificar los significados atribuidos a los hechos. No se pueden cambiar los hechos de su vida, pero sí la significación que se les dé", agregó el psiquiatra.
Giovagnoli aclaró que los voluntarios no recomiendan ninguna terapia, "salvo que lo pida la misma persona. En ese caso no damos nombres de profesionales. Les recomendamos fijarse en la cartilla de la obra social, o dirigirse al centro de salud más cercano a su domicilio".
El servicio es únicamente telefónico. Los voluntarios no se trasladan al lugar donde se encuentra la persona que pide ayuda. A veces intervienen a pedido de la autoridad policial o de los servicios de emergencias.
Muchos de los asistentes a la capacitación de voluntarios son estudiantes de Psicología y hacen el curso como si fuera una materia más. Esto les sirve para conocer más a fondo una problemática de la cual no existe bibliografía específica disponible. También el servicio funciona como un espacio para pasantías y de residencia del posgrado.
Actualmente se desarrolla uno de los cursos y el próximo está previsto para el mes de agosto. Los profesionales del servicio preparan una página web donde habrá información y artículos de interés para estudiantes y profesionales.

Los que llaman
"La mayoría de las personas que utilizan el servicio no lo hacen en situaciones de emergencia, sino en momentos de crisis", comentó Giovagnoli. Generalmente los llamados comienzan con la frase "no me quiero suicidar, pero estoy muy mal y necesito que alguien me escuche". Es gente que necesita ser escuchada, sin un nombre y sin un castigo. Generalmente ellos agotan a todos los que están a su alrededor, que huyen o lo que es peor, les dan consejos.
Mayormente los llamados suelen ser por la tarde, a fines de mes, o del año, cuando algo se acaba. En promedio el servicio recibe entre 10 y 12 llamados diarios.
También acuden profesionales, familiares y amigos interesados en saber cómo manejar el problema. En estos casos "se atiende a quien llama, porque es quien está demandando una atención. Por algo es quien llama el que acusa recibo y no la otra persona", concluyó el coordinador.



El servicio telefónico trata de escuchar "entre líneas".
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