El gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann, dijo que su gesto de trasladarse hasta Rosario para saludar al candidato presidencial del Frente por la Lealtad, Carlos Menem, no debe leerse como "un quiebre" a su declarada prescindencia electoral. En ese sentido, Reutemann recordó que en 1999 había hecho lo mismo, y en el mismo lugar -las instalaciones de Canal 3 de Rosario-, al encontrarse con quien fue el candidato presidencial por el PJ, el actual presidente Eduardo Duhalde. "Pero esa vez no le fue demasiado bien a Duhalde", le recordó La Capital. El Lole no se guardó la sonrisa y se atajó: "Bueno, no lo ponga así...". Acompañado por el candidato a gobernador Alberto Hammerly, luego de entrevistarse por espacio media hora con el ex presidente Menem, el gobernador santafesino accedió a dialogar con quienes prefirieron aguardar su salida antes que seguir la entrevista que en ese momento se estaba grabando en el Estudio Mayor de Canal 3. Reutemann, pese al buen ánimo que demostraba, reiteró: "No voy a decir por quién voy a votar, porque eso es responsabilidad de cada elector", pero señaló que solamente va a mantener su prescindencia hasta el ballottage "en el caso de que esto suceda, según las encuestas que se conocen". Pero advirtió que si a la segunda vuelta llegara "alguien no peronista para competir con un peronista, entonces yo voy a votar por el peronista". Después de una primera evasiva a la requisitoria sobre el cargo que le había ofrecido Menem en caso de acceder nuevamente a la Presidencia, reconoció que había "un ministerio para Santa Fe", pero que eso iba a ser una cuestión de evaluación por parte de la dirigencia del PJ provincial. Interrogado sobre si lo más importante que se llevaría el riojano de este encuentro sería la foto de ambos, a siete días del acto electoral, Reutemann minimizó el hecho. "Menem es un precandidato importante, está muy bien colocado, conoce la realidad de la provincia, pero no hay que buscar otra intención en el hecho de venir a saludarlo". Finalmente, Reutemann expresó que se encontró con un Menem "entero, con ganas, como sabía que iba a ser", y se negó a dar "un pálpito" sobre el resultado electoral del próximo domingo 27 de abril. Con su habitual estrategia de distracción, el jefe del peronismo santafesino arribó cerca de las 9 al predio de Canal 3. A esa hora, era territorio dominado solamente por los guardias de la empresa y la multiplicidad de pajaritos que le daban rienda suelta a su trinar. "En esta elección la gente tiene que tener olfato. Concuerdo con eso que dijo alguien sobre que no necesitaba el apoyo de los gobernadores", en una implícita chicana al candidato oficialista, Néstor Kirchner. "Yo hubiera hecho lo mismo que él...", reforzó el mandatario ante la mirada incrédula de los pocos periodistas que lo escuchaban. "Qué cada uno se haga responsable de su voto y después no le eche la culpa a Fulano y Mengano. Tienen que tomar conciencia de una buena vez de lo que ponen en la urna", insistió Reutemann. "Menem es un candidato importante, está bien colocado, conoce la realidad de la provincia", radiografió el gobernador, quien intentó desmentir que el gesto de trasladarse a Rosario para encontrarse con su amigo riojano implique inclinar la balanza en desmedro de otros postulantes. "Los encuestadores dicen que Menem puede ganar. Observo las encuestas relativamente, como las miran ustedes, ¿no?", amplió el Lole guiñando un ojo. Pese a estar fuera de la pista electoral, el factor Lole parece haberse convertido en un as de espadas a la hora de la definición. De hecho, además de haberse trasladado hasta Rosario para encontrarse con Menem, hoy estará en el programa "Hora clave", cuyos anuncios rimbombantes en la prensa gráfica expresan: "Reutemann rompe el silencio". "¿Cómo tomó que un matutino porteño haya publicado que, con esta reunión, usted rompía su prescindencia?", inquirió este diario. "La persona que quiso verlo al gobernador de Santa Fe pudo hacerlo. No busquen otra cosa, yo no rompí mi prescindencia", respondió en tercera persona. Mientras el mediodía se terminaba de consumir, el gobernador santafesino hizo un par de bromas con los periodistas, bajó la ventanilla de su automóvil, puso primera y regresó raudamente a la ciudad de Santa Fe. Aunque no lo admita jamás, es plenamente consciente de que Menem se llevó, a escasos días de las elecciones, el mejor afiche de la campaña: anoche todas las agencias internacionales enviaban a sus abonados la foto del ex presidente acompañado por el gobernador que alguna vez ganó las primeras planas de los diarios por su destreza deportiva y que, hoy por hoy, está a la cabeza de todos los dirigentes argentinos en imagen positiva.
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