Año CXXXVI
 Nº 49.815
Rosario,
viernes  18 de
abril de 2003
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No pudo pagar el combustible de los aviones
Sin avisar, Lapa dejó varados a casi mil pasajeros
La aerolínea desató mayúscula protesta en Aeroparque. Intervino el gobierno

Casi un millar de pasajeros que se disponían a iniciar las minivacaciones de Semana Santa quedaron ayer a la mañana varados en el Aeroparque por la decisión de la empresa Lapa de suspender todos sus vuelos, sin aviso previo, porque la aerolínea se quedó sin fondos para pagar el combustible de las aeronaves. La Secretaría de Turismo nacional dispuso naves de otras compañías para que los viajeros se pudieran trasladar a destino, aunque ya habían perdido casi un tercio de los días de vacaciones.
Desde las primeras horas de ayer el Aeroparque se convirtió en un aquelarre en el que los pasajeros, entre los que había muchos niños, intentaban desde primera hora del día partir hacia algún destino turístico.
Algunos de los viajeros, enfurecidos por la espera, agredieron al gerente comercial de la firma aérea, Matías Estera, quien había sido el único representante de la empresa que se acercó para explicar el motivo de las demoras en los vuelos. Estera había salido del hall central custodiado por personal de la Policía Aeronáutica y alcanzó a explicar que Lapa tenía problemas con la petrolera YPF-Repsol, que no cargaba combustible en los aviones debido a que no aceptaba los cheques de la compañía.
Sin embargo, el ejecutivo advirtió que "este es un conflicto que viene desde hace tiempo y que se avisó a la Secretaría de Transporte".
El gerente había explicado a los pasajeros que mientras la petrolera "continúe con el rechazo de los cheques que emite Lapa" para pagar el combustible, los vuelos no podían despegar desde la estación aérea, lo que desató la furibunda protesta de los pasajeros.
Cerca de las 11 de ayer, el secretario de Turismo y Deporte de la Nación, Daniel Scioli, había dispuesto una reprogramación de los vuelos suspendidos y que cuatro aviones de la empresa American Falcon partieran hacia Puerto Iguazú y Bariloche con los pasajeros que quedaron varados.
El funcionario aclaró que el gobierno sólo se haría cargo del pago del combustible para concretar los vuelos, valor que estimó en "1500 pesos la hora de vuelo".
El jefe de prensa de la Fuerza Aérea Argentina, comodoro Jorge Reta, dijo que para solucionar el problema, además de esos vuelos, estaban disponibles siete naves de Lade, las que no fueron utilizadas para ese fin.
Tras el mayúsculo escándalo que se desató en Aeroparque, la empresa Repsol-YPF salió a precisar que entregaría el combustible que necesitaban los aviones dispuestos por el gobierno nacional para los vuelos de emergencia, a fin de descomprimir la situación de la estación aérea.
Luego de esas gestiones, cerca de las 15, un avión de la firma American Falcon salió rumbo a Puerto Iguazú, mientras que uno de Lapa despegó aproximadamente a las 16, y un tercero de la primera compañía lo hizo a las 17, ambos con igual destino.
A partir de las 16.30, el ministro de la Producción, Aníbal Fernández, se reunió con los representante de los sindicatos aeronáuticos para encauzar el conflicto que se podía suscitar con Lapa, más allá de la falta de combustible.

El presidente de Lapa renunció
Antes de comenzar la reunión, se conoció la noticia de que el presidente de Lapa, Enrique Folchi, había renunciado a su cargo anteanoche, lo que complicó mucho más la situación.
La conducción de la empresa quedó a cargo, en esta situación de emergencia, del gerente comercial Matías Esteras.
Un avión de la firma American Falcon tuvo un problema técnico cuando estaba listo para salir y los mecánicos tuvieron que cargar un avión de Lapa con el combustible que tenía para que pueda salir el segundo viaje que partió a Puerto Iguazú.
Voceros del área de Operaciones de Lapa reprogramaron los vuelos a medida que disponían de aviones, para cubrir los destinos de San Juan, San Luis y Salta, y otro para hoy a Bariloche, con casi un día de demora.
Los pasajeros se manifestaron contra la actitud de la empresa ya que al perder un día del descanso que habían programado veían afectado casi un tercio de los días que destinaron para el turismo interno. Mientras que las autoridades aeronáuticas intentaron tranquilizar a los pasajeros asegurándoles que "con el mismo avión que fueron van a volver el domingo" al terminar la Semana Santa.
Pero muchos pasajeros pidieron que les devuelvan el dinero y optaron por quedarse en Buenos Aires en el fin de semana largo. (Télam y DyN)



Centenares perdieron un tercio de su descanso.
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