Año CXXXVI
 Nº 49.814
Rosario,
miércoles  16 de
abril de 2003
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cartas
Innecesaria modificación

Son muchas las voces que se han alzado protestando por el cambio de recorrido de la línea 121. Lo han hecho con toda razón ya que el perjuicio ocasionado es mayor que el beneficio obtenido. La franja que corre de norte a sur y que comprende las calles Liniers, Teniente Agneta, Pedro Lino Funes y Rouillon, desde Riobamba a Mendoza, es la que presuntamente se habría visto beneficiada por esta ridícula e innecesaria modificación. Pero resulta que nadie de dicho sector había solicitado tal cambio. No era para nada necesario: por avenida Pellegrini circula la línea 153 y también la 120 en su regreso desde el centro, la que en su ida hacia el centro lo hace por Montevideo; por Mendoza circulan las líneas K (trolebús), 145/119 y 142 y para los que están un poco más cerca de Eva Perón (Córdoba) tienen la 115 y las 116 y 160 (cuando solucionen sus problemas y funcionen normalmente). Por lo tanto la modificación introducida es totalmente injustificada. Desde hace muchísimos años los barrios Bella Vista, Bella Vista Oeste, Urquiza, Triángulo y Moderno contaban con las líneas de transporte 21 (tranvía) y 57 (ómnibus negro que cubría los barrios Triángulo y Moderno y rojo que llegaba hasta el Cementerio La Piedad). Con el correr de los años y la lamentable desaparición de los tranvías, la 21 siguió circulando pero con colectivos, la privatización hizo que la 57 negro se transformara en la 201 (hoy 125) y la 57 rojo en la 218 (hoy 122 y 123). Los barrios mencionados cubiertos por estas líneas crecieron muchísimo más que la zona que ahora "beneficia" la absurda modificación del recorrido de la 121, ya que la misma existía desde hace mucho tiempo y no ha tenido prácticamente alteración en su extensión ni incremento en su densidad demográfica. Lo peor del error cometido no es el error en sí mismo, sino no reconocerlo y peor aún es no corregirlo. No entiendo cómo puede ser que los políticos y funcionarios del Ejecutivo municipal, representados por el intendente y el secretario de Servicios Públicos en este caso, pueden ser tan obcecados y mantener una determinación que va en contra de los intereses y las necesidades de la gente.
Manuel Laffont


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