Año CXXXVI
 Nº 49.813
Rosario,
martes  15 de
abril de 2003
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Guerra en el Golfo. Antes del conflicto eran 40.000 sólo en Bagdad
Dos mil policías iraquíes vuelven a dar el presente en sus cuarteles

Bagdad. - Más de 2.000 policías de Bagdad se reportaron ayer para cumplir sus tareas habituales y tratar de restaurar la ley y el orden en la capital iraquí, donde se desató una orgía de caos y saqueos tras derrumbarse el gobierno de Saddam Hussein.
Fuerzas estadounidenses ocuparon Bagdad la semana pasada tras más de dos semanas de bombardeos aéreos, pero no pudieron frenar el caos y la delincuencia que desde entonces se desató en la ciudad, lo que provocó furiosas protestas de muchos residentes.
Varios centenares de iraquíes realizaron ayer una nueva manifestación en los alrededores del hotel Palestina, sede de operaciones de la prensa internacional en Bagdad, para protestar por la falta de seguridad y el funcionamiento de los servicios básicos en la ciudad.
Unos 50 de ellos clamaban: "Estado Islámico, Estado Islámico, no estadounidense, no estadounidense". "Este es el país más rico del mundo. Tenemos todos los recursos, no sólo petróleo. Esto es una colonización", dijo uno de los manifestantes, Sabah Mahmud, de 50 años. "¿Dónde está la libertad? No hay agua, no hay electricidad". Las manifestaciones opositoras, sin embargo, estaban taxativamente prohibidas durante la dictadura de SAddam Hussein.
El mayor general Zuhair al-Nuami, jefe del departamento de policía del Ministerio del Interior bajo el gobierno de Hussein, instó a los agentes a reportarse de inmediato a sus trabajos para patrullar la ciudad, dirigir los puestos de control y mantener la fluidez del tránsito vehicular.
Normalmente en Bagdad opera una fuerza de unos 40.000 agentes policiales. Ayer, más de 2.000 se reportaron al Colegio de la Policía, un enorme edificio en el este de Bagdad, para recomenzar sus labores.
Muchos dejaron de trabajar la semana pasada después que las fuerzas estadounidenses ingresaron a la capital. Otros salieron del retiro para reincorporarse a la actividad policial. Algunos vestían uniforme, pero la mayoría iba de civil al temer ataques de residentes locales que buscan dar rienda a suelta a décadas de opresión bajo el gobierno de Hussein.
Varios autos de la policía estaban estacionados frente al Colegio de la Policía. Nuami apeló a su gente para que devuelvan 150 nuevas patrullas policiales que recientemente habían sido entregadas al servicio.

"No más baasistas"
En fuertes intercambios de palabras, algunos policías reclamaron que habían sido enviados a prisión u obligados a retirarse por el gobierno derrocado.
"No necesitamos más baasistas (miembros del ex gobernante partido Baas de Hussein)", exclamó uno de los policías mientras el grupo escuchaba las instrucciones de Nuami.
Durante el gobierno de Hussein, cada policía tenía que ser miembro del partido Baas porque de lo contrario perdía su empleo.
Dentro del colegio, algunos agentes atacaron una estatua de bronce del depuesto líder iraquí, utilizando martillos y barras de metal.
En Basora, la segunda ciudad de Irak, la policía local ya comenzó a trabajar junto a las tropas británicas para restaurar el orden y ayudar a llenar el vacío de poder que quedó tras la caída de Hussein.
El retorno de la policía a las calles de Bagdad es organizado por las tropas estadounidenses.
"Vamos a restaurar el orden. Tendremos patrullas en las calles y muy pronto organizaremos la seguridad", aseguró el sargento del cuerpo de marines Jeremy Stafford. Muchos iraquíes critican a las invasoras fuerzas estadounidenses por no haber preservado el orden en esta ciudad de más de cinco millones de personas. (Reuters)



En el sur iraquí se distribuye un diario de los aliados.
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