cartas

Basta de indiferencia

Somos pocos los que estamos haciendo algo para modificar la realidad en la que estamos sumergidos. La mayoría es indiferente o no sabe desde dónde efectuar el cambio. Lo primero es dejar de hablar mal de nosotros como pueblo. Lo peor que hay es tener la autoestima muy baja, y eso nos está pasando y nos hace vulnerables. Creo que los buenos somos más. Los argentinos tenemos una espina clavada. Tenemos que actuar como si fuéramos glóbulos blancos e ir hacia esa espina y sacarla. Lo haremos entre todos. Solos, individualmente, nos sentimos impotentes, pero sí sabemos que juntos somos más. Contra un pueblo que se une no hay nada que pueda derrotarlo. Nosotros estamos derrotados de antemano. Son tantas las cosas que nos han pasado, tantas las frustraciones, tantos los engaños, que hasta dudamos de nuestra idoneidad, de nuestras posibilidad de cambiar la realidad y nos dejamos derrotar sin pelear. Recuerdo que cuando era chica se decía: "Palabra de argentino". El argentino no fue siempre chanta ni tramposo. En las últimas décadas se sembró una cultura por aquellos que violaron la moral para lograr sus cometidos. Por la patria, por sus hijos, por nosotros mismos, les pido que reaccionen. Que piensen que si no cambiamos el suelo que pisamos, al inspector coimero, al policía mafioso, al sindicalista que defiende sus propios intereses, a los piqueteros que adhieren a políticos corruptos, vamos a estar revolcándonos en el lodo por muchos años y quizás ya no nos quede mucho tiempo para cambiar. Todos juntos podemos, y los argentinos buenos somos más. Participe como ciudadano. Unase a los que están trabajando por el cambio. No diga "hay que ir", ¡vaya! Su participación es necesaria.
Stella Maris Coniglio