Año CXXXVI
 Nº 49.784
Rosario,
lunes  17 de
marzo de 2003
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El fotógrafo Witkin también dejó su marca en Buenos Aires

El fotógrafo norteamericano Joel-Peter Witkin dio una conferencia en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires ante un numerosísimo público, que abarrató el auditorio y siguió, por momentos con devoción, sus conceptos mientras proyectaba sus polémicas imágenes, que para los detractores son tan inútiles como depravadas.
Witkin, que se dice un "artista cristiano" y se encuentra en Buenos Aires creando obras, abonó la charla con numerosas anécdotas y descripciones de su trabajo. Pero también confesó su casting, ya que detalló la necesidad de encontrar un hombre muy bien dotado y una mujer que aceptara mecerse en un columpio hacia un falo, en otra cita de la historia del arte.
Para los que lo consideran un obsceno, el fotógrafo pareció responder que su arte no lo es, sino que lo realmente obsceno es la guerra. Fue al comienzo de su charla, cuando sostuvo que últimamente, debido a las actitudes de George Bush, con respecto a Irak, le daba vergüenza decir que era norteamericano, lo cual generó un inmenso aplauso del público que colmaba el auditorio.
Las fotografías de Witkin no pueden pasar desapercibidas, es que las atrocidades son mostradas con un cuidadoso esteticismo y permanentes citas artísticas: una cabeza diseccionada y ubicada de forma que parezca se besa a sí misma, una mujer desnuda sosteniendo tres fetos, una gorda desnuda y sin piernas apoyada en un pedestal, una mujer con genitales masculinos enlazada a su chihuahua.
Witkin reconoce que muchos lo consideran un demonio, pero que aquellos que comprenden sus trabajos y lo aprecian son los únicos en interpretar el amor y coraje que son necesarios para hacer de esas fotos prodigio y belleza. Que su arte es sagrado y representa la forma en que concibe y define la vida, son la medida de su carácter y una cualidad de su alma.
La fotografía de Witkin causó grandes controversias en la década de los 80 por los temas abordados. Sus obras, una mezcla de terror, erotismo e incluso de sadomasoquismo, son conseguidas con la utilización de cadáveres a veces mutilados, hermafroditas, personas vivas con alguna deformación que reflejaran imágenes monstruosas, cabezas cortadas, obesos, enanos, animales. A la hora de las comparaciones, inmediatamente aparece el pintor El Bosco, quien creó su mundo de fantástico terror con imágenes de muerte, de pesadilla y personajes siniestros. En algo se parecen, Witkin también quiere ser recordado como un "artista cristiano".



Una de las polémicas fotos de Joel-Peter Witkin.
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