Separan a dos hermanos por divorcio de sus padres

La nena se irá a vivir con su mamá a España, mientras que el chico quedará en Buenos Aires con su papá

Dos hermanos, una nena de 12 y un varón de 15 años, serán separados y vivirán cada uno en un país diferente, debido a un fallo en un juicio de divorcio, que por voluntad de las partes intervinientes no será apelado. La niña viajará hoy desde Ezeiza a España, donde se encuentra radicada su madre, con la que vivirá en adelante; en tanto que el padre de los adolescentes, que reside en Buenos Aires, se quedará con el varón que está internado en una clínica psiquiátrica por problemas de droga.
Así se cerrará, de una manera poco habitual, un proceso civil que lleva más de 10 años, en el que la mujer se fue con sus hijos a España en viaje de vacaciones, pero se quedó, y el padre consiguió recuperarlos tras cinco años de lucha en los estrados judiciales, con el auxilio de Interpol.
Cuando parecía que el hombre había ganado el caso, la mujer volvió a la Argentina, recuperó a sus hijos de hecho y los trasladó desde la casa del padre, situada en Ramos Mejía, hasta la de los abuelos maternos, en el barrio porteño de Villa Luro, tras lo cual logró un nuevo reclamo de España, que tuvo ahora su epílogo en la Justicia porteña, que decidió separar a los hermanos. El varón recién se enterará de todo cuando salga de un hospital psiquiátrico de Capital Federal donde permanece internado por una depresión grave por drogadicción.
La Cámara resolvió así en el denominado caso Goyanes tras el informe que le presentó el asesor de Menores Alejandro Molinas a petición de la madre, en contra del padre, Norberto Goyanes, quien fue acusado de cometer "para España" el secuestro de sus hijos.
El fallo no incluye una definición similar para la acción de la madre, Claudia Alejandra González, quien decidió quedarse en España con sus hijos sin autorización del padre, pese al esfuerzo de la defensa del progenitor por resaltar que había ganado el caso en la etapa anterior.
En 1994, González se llevó a sus hijos a España y se radicó en la región catalana de Terragona, con lo que impidió a su ex marido ver a los niños, por lo que Goyanes luchó durante cinco años para conseguir que volviesen al país. La mujer había ganado a principios de la década del 90 la tenencia por decisión de la jueza Patricia Zabotinzky, quien retomó al caso cuando la Justicia española ordenó que los niños volvieran a la Argentina, en la Navidad de 2000. Esto fue así porque si bien la madre tenía la tenencia, esto no la autorizaba a llevarse a los chicos a un país extranjero.
Pero en 2001, la mujer volvió a la Argentina, se llevó a sus hijos a la casa de sus padres e inició un proceso en el que la jueza autorizó a la mujer a volver a llevarse a sus hijos a España, lo que fue apelado por la otra parte. Y la Cámara, si bien confirmó el fallo, dijo que debía tenerse en cuenta la voluntad de los menores: la hija quería irse con su madre y el hijo quedarse en Argentina con el padre.
El caso fue apelado una y otra vez, en Argentina y en España, pero ayer los abogados del padre explicaron que "por el bien de los chicos", Goyanes no va a presentar una nueva instancia y así se cerrará el tortuoso pleito.
"Lo peor -explicaron los letrados- es que se separa a dos hermanos cuando uno está enfermo, con un cuadro de depresión importante y así se le produce al paciente un desprendimiento de alguien muy importante para él". La niña, agregaron, "no es sólo la hermana sino también la conexión con la madre, quien no lo vino a ver desde España, desde que fue internado". (Télam)