Procesado por asesinar a un mecánico en un robo

El acusado estuvo prófugo más de un año. El hecho ocurrió en noviembre de 2001 en Empalme Graneros

Tras permanecer 1 año, 2 meses y 14 días prófugo, un hombre fue procesado por asesinar junto a su hermano a un mecánico al que habían abordado para robarle en el barrio Empalme Graneros, en noviembre de 2001. Angel Marcelo Albornoz fue asesinado de una puñalada en el tórax que le causó una muerte instantánea al ser asaltado por dos jóvenes que le quitaron un costoso reloj, una pulsera y un anillo de oro. Una decena de vecinos sindicó como autor del ataque a un hombre que está siendo juzgado por ese crimen. Su hermano, que recién fue detenido el mes pasado por participar del robo, ahora afronta la misma acusación.
Albornoz fue asesinado el 26 de noviembre de 2001 en la esquina de Juan B. Justo y Cullen, a metros de la casa de Cullen al 1100 bis donde vivía con su mujer y sus tres hijos de 6, 5 y 3 años. Cerca de las 20.30 salió a hacer compras y dos hombres le cerraron el paso. Uno de ellos lo tomó de las manos y lo golpeó para robarle. Albornoz, que se ganaba la vida como mecánico y repartidor, resistió el asalto y en el forcejeo fue apuñalado por el cómplice de quien lo había retenido.
El hombre cayó bañado en sangre y murió al ser trasladado por su padre al Hospital Alberdi. Todos los vecinos que presenciaron el crimen acusaron a los hermanos Pirincho y Marcelo Molina. El primero, Luis Hernán Molina, de 22 años, fue detenido ese mismo día. En su casa estaban el reloj, la pulsera y el anillo de oro que le habían robado a Albornoz. El menor de los Molina fue procesado como autor de la puñalada y ahora afronta un juicio en el juzgado de sentencia a cargo de Julio Kesuani. La fiscal de la causa ya pidió en sus conclusiones que le impongan 12 años de prisión.
El 10 de febrero pasado la policía atrapó a Marcelo Molina, de 24 años, quien acaba de ser procesado por el juez de Instrucción Carlos Carbone como autor de un robo calificado por la muerte resultante. Para el magistrado quedó demostrado que el propósito de los hermanos Molina era asaltar a la víctima y que no tenían previsto matarla, sino que esto se produjo como consecuencia del asalto.