Año CXXXVI
 Nº 49.779
Rosario,
miércoles  12 de
marzo de 2003
Min 22º
Máx 28º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Encontraron en lo profundo de un pozo a una adolescente de V. Gobernador Gálvez
Un joven violó y mató a una chica y la sepultó en el fondo de su casa
Ella vendía cosméticos y llegó allí por una cobranza. La apuñalaron varias veces con un cuchillo de cocina

Ariel Etcheverry / La Capital

Andrea Jorgelina Belfiore, una chica de 16 años que se ganaba unos pesos vendiendo cosméticos puerta a puerta, estuvo un día y medio desaparecida. El domingo había salido a hacer unas cobranzas y ayer a la madrugada la policía y los Bomberos Voluntarios de Villa Gobernador Gálvez descubrieron el peor final para ella y su familia: fue violada, asesinada a puñaladas y luego sepultada en un pozo ciego de más de tres metros de profundidad. Un muchacho de 18 años admitió ser el autor del crimen, pero su padre también quedó tras las rejas por oponer resistencia a la detención de su hijo y encubrimiento.
El macabro desenlace tuvo como escenario una derruida vivienda ubicada en Guido Spano 1079 de la vecina ciudad. Allí vive el hasta ahora principal responsable del crimen, Iván Tizzone, quien habría asesinado a la adolescente en el marco de una pelea por cuestiones pasionales. Al menos esa es la historia que confesó el imputado. Así y todo, el juez de Instrucción 4, Jorge Eldo Juárez, también ordenó la detención de Víctor Tizzone, el padre de Iván, de 42 años. Aunque no hay confirmación de que este último esté vinculado al brutal homicidio, el magistrado lo dejó preso porque existe una denuncia por ultraje sexual en su contra radicada hace tiempo por su hijo que recayó en otro juzgado provincial.
Andrea vivía en Cosquín al 1300 y para ganarse unos pesos vendía productos de Avon por encargo. El domingo al mediodía le dijo a sus padres que pasaría por la casa de una clienta para cobrarle unos 10 pesos que le adeudaba. Fue lo último que se supo de ella. Al notar que la chica no aparecía, Néstor Belfiore, el papá, radicó una denuncia por averiguación de paradero en la seccional 26ª. Eso ocurrió el lunes alrededor de la 1 de la madrugada, según relataron a La Capital fuentes policiales.
La mujer a la que Andrea fue a reclamarle el dinero es la concubina de Tizzone. El muchacho y su pareja, que sería ajena al crimen, viven en la humilde casilla de chapa y madera levantada en la parte posterior del terreno donde también se encuentra la casa de material, muy deteriorada, ocupada por el padre del homicida. Entre ambas viviendas hay un patio de tierra. Allí está el pozo donde fue enterrada la víctima.

Sexo y muerte
La excavación, un círculo de unos tres metros de profundidad, fue hecha hace ya tiempo con la intención de levantar allí un baño y que Tizzone aprovechó para deshacerse del cadáver. De acuerdo a lo que reconstruyó la policía, Andrea llegó hasta ese lugar para cobrarle unos 10 pesos a la mujer de Tizzone, pero al parecer no la encontró. El joven igual hizo pasar a la chica. Allí charlaron durante un tiempo y en un momento dado tuvieron una relación sexual, según dijo el acusado, consentida.
Luego sobrevino una discusión, al parecer porque la chica amenazó con contar lo que había sucedido esa tarde. Entonces, Iván tomó un cuchillo de cocina y le asestó una puñalada en el pecho. Pero la chica se resistió y recibió al menos tres brutales puntazos más. Después el joven arrastró el cuerpo inerte de la menor hacia el patio y la introdujo en el pozo ciego a medio terminar, que cubrió con tierra y residuos varios. Así quedó todo hasta que la policía llegó el lunes a la mañana.
Una comisión de la seccional 26ª, que trabajaba con la averiguación de paradero presentada por el padre de la chica, entró a la casa con un dato casi preciso. El domicilio figuraba en una agenda de la víctima. "Ayer (por el lunes) la policía venía a cada rato. Le hacían preguntas al padre del muchacho, se iban y al rato regresaban", contó una vecina de la cuadra.

Sospechas firmes
Cuando los investigadores tenían casi establecido que Andrea había pasado por esa vivienda, el círculo comenzó a cerrarse en torno a Iván, quien para ese momento había desaparecido. Entonces, los sabuesos pidieron permiso para realizar una inspección ocular del lugar ese mismo lunes. Lo que primero llamó la atención fue un pozo en la tierra de unos 70 centímetros de profundo y la falta de colaboración de Tizzone padre. Ese dato sumado a la declaración de la pareja del muchacho terminaron por involucrarlo. Fue capturado el lunes a la noche en jurisdicción de la seccional 29ª.
Poco después, el sospechoso pasó a ser acusado porque se quebró y confesó todo. Entonces, el juez Juárez ordenó un allanamiento en la finca que fue grabado en video. El cuerpo de Andrea apareció a tres metros de profundidad y fue rescatado después de un arduo trabajo de los Bomberos Voluntarios.
En contradicción con lo que había dicho Tizzone, la autopsia realizada en el Instituto Médico Legal determinó que, además de sufrir letales puñaladas, la víctima también fue violada por vía anal y vaginal. El magistrado ordenó la extracción de muestras orgánicas del cuerpo para cotejarlas con los ADN de los Tizzone.
Los vecinos de Spano al 1000 siempre tuvieron sospechas de los Tizzone. A Víctor, el padre, lo consideraban un alcohólico inofensivo, pero que se la pasaba pidiendo monedas. A Iván, en cambio, lo tenían mal visto. "Desde que se instaló en la parte de atrás, porque estaba peleado con el padre, los robos se dispararon en la zona, y la casa se convirtió en un aguantadero", contó una mujer.



El poso donde fue hallado el cuerpo de Andrea Belfiore.
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados