Año CXXXVI
 Nº 49.777
Rosario,
lunes  10 de
marzo de 2003
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"En Europa sienten que el cine es el norteamericano y no otro", afirmó
Ventura Pons llevó a Mar del Plata su nuevo filme
El director español cuenta cómo es la película en la que cuenta la vida y obra de un músico argentino

Fernando Toloza / La Capital

Mar del Plata (enviado especial).- El director de cine español Ventura Pons, presidente del jurado del Festival de Cine de Mar del Plata, ha construido una obra sólida desde que en 1977 filmó "Ocaña, un retrato intermitente", hasta llegar a "El gran Gato", que se trajo al encuentro por considerarla una película especialmente valiosa para la Argentina, ya que cuenta la vida y la obra del Gato Pérez, un músico argentino que en los 60 se fue a España, y le puso música a la Barcelona de esa época, en un país apagado por el franquismo. En el filme, que es un musical documentado, actúan 15 músicos para hacer 15 canciones del Gato Pérez. Algunos de ellos son Kiko Veneno, Eduardo Luis Aute, Martirio, Clara Montes, María del Mar Bonet, y el fenómeno de ventas Los Chichos.
El cine de Ventura Pons es especialmente invitado a los grandes festivales europeos (cinco veces a Berlín). Hace dos años se llevó el premio a mejor filme iberoamericano del Festival de Mar del Plata por "Anita no pierde el tren", y así comenzó un entusiasmo en la Argentina por la obra del director, que ya se empezó a ver en encuentros de cine locales, y espera su desembarco en el circuito comercial.
-¿Qué lo decidió a venir al Festival de Mar del Plata?
-La gente de Mar del Plata me dio la mejor recepción del mundo cuando yo presenté aquí, hace dos años, mi película "Anita no pierde el tren", y no lo digo porque hoy estoy aquí, sino porque el filme lo enseñé en muchas partes: Berlín, Tokio, Miami, Londres, Estambul, y lo de aquí fue maravilloso. Me quedó un muy buen gusto. Otra cosa es que la película, que traigo esta vez, "El gran Gato", tiene mucho que ver con la Argentina.
-¿Qué espera encontrar en las películas que le toca ver como presidente del jurado?
-Hombre, pues que me gusten (risas). No sé, pasármela bien. El cine, como el vino, depende de la cosecha. Aparte de hacer cine, me gusta ver cine, y es un placer ver películas que hacen los demás, observar qué historias se inventan los demás, cómo las explican.
-¿De qué forma llegó a la historia del Gato Pérez, ese músico argentino famoso en España, pero poco conocido en la Argentina?
-Yo había hecho una película con Gato en 1986. La única vez que hizo música para una película fue para mi filme "La rubia del bar". Yo creía que su música le iba a ir muy bien a la película que quería contar y fue una colaboración muy buena y muy generosa de su parte.
-¿Era amigo del Gato?
-Tuvimos muy buena relación, pero nunca fui del círculo de su íntimos, simplemente era un músico que me gustaba y que, desafortunadamente, se murió muy joven. Entonces, pasaron todos estos años, y me di cuenta del interés de la figura, porque simbolizan cosas que te impactan, de la forma de vivir y su ejemplo artístico. A la vez se convirtió en un cronista de un tiempo, de una ciudad, de una forma de vivir, de una manera de entender el mundo. Aparte, como creador y persona que dignifica la música popular, es un ejemplo diáfano. Contar la historia del Gato era contar también algo de nuestras vidas.
-¿Los cantantes como Aute, Martirio y Kiko Veneno, se sumaron fácilmente al proyecto o costó convencerlos?
-Gato Pérez fue muy conocido, pero nunca fue un número uno, sin embargo es un compositor al que los creadores le tienen mucho respeto. Entonces cuando se los propuse, fue muy fácil, pero en su mayoría ninguno había hecho temas del Gato. Martirio había cantado una canción que yo usé en "La rubia del bar", pero quiso hacer otro. Quizá sólo Los Manolos habían hecho, además de Martirio, algún tema del Gato.
-¿Cómo es la música del Gato?
-Fue un tío de la Argentina con el jazz y el rocanrrol en la cabeza y toda la tradición fabulosa de un país riquísimo que va a parar a un país de mierda en los años 60 que es España. En lugar de seguir por ese camino en lo que piensa que es la música popular, se encuentra con los gitanos, que tienen una forma de hacer la rumba, que es la rumba catalana, inventada por Pescadilla, el marido de Lola Flores. El Gato es el que dice ésta puede ser la música de esta ciudad (Barcelona), y a la vez la trasciende porque empieza a hacer fusiones con el chachachá, el candombe y el tango. Dejó más de cien canciones, y de ellas 95 son buenísimas.
-¿Qué lugar ocupa el cine español en el contexto europeo?
-Quitando a Pedro (Almodóvar), que es un genio en mundo, una persona bendecida por los dioses, si es que existen, el drama que tenemos todos los países europeos es la comunicación. Las películas circulan muy mal, y los mecanismos que hacen que circulen están ocupados por el cine norteamericano, e incluso creo que el gusto del espectador está ocupado por ese cine. A la gente de las multisalas les han robado el gusto, de la misma forma en que les han enseñado a tomar Coca Cola y no una bebida autóctona, siente que el cine es el norteamericano y no otro.
-¿La Academia de Cine Española se equivocó al no enviar a "Hable con ella" al Oscar?
-Soy el vicepresidente de la Academia y tengo que decir que sí. Pero no es que se equivocó alguien, sino que es lo que votó la gente, los académicos. Qué le vamos a hacer.



Pons y Montes, una de las cantantes de "El gran Gato".
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