La abadesa general de la Orden Católica femenina de Santa Brígida, Tekla Famiglietti, condecoró antenoche en el Palacio de la Revolución de La Habana al presidente de Cuba, Fidel Castro, con la Cruz Ecuménica de su congregación ante altos dignatarios del Vaticano.
"La orden es un especial reconocimiento por la promoción de los altos ideales que se inspiran en el diálogo ecuménico y en los valores promovidos por Santa Brígida de Suecia", señala el texto oficial sobre el otorgamiento de la distinción.
Por su parte, el jefe de Estado cubano a la madre Tekla con la orden Félix Varela, que lleva el nombre del presbítero independentista del siglo XIX, considerado padre del pensamiento nacional, que es la más alta que se confiere en Cuba a una personalidad en la educación o la cultura.
Entre los invitados a la ceremonia en la sede del Consejo de Estado cubano, estuvo Crescenzio Sepe, enviado del Papa Juan Pablo II, quien le entregó al gobernante de 76 años -44 de ellos en el gobierno- un mensaje del jefe de la Iglesia Católica. "Le envío mi cordial saludo y a todos los cubanos les reitero mi cercanía", expresa el texto leído por Sepe. "Hago votos porque esa nación camine las sendas de la reconciliación y de paz, de desarrollo espiritual y material, de justicia, libertad y solidaridad trabajando con empeño por una meta común que es el auténtico bienestar de la nación y sus habitantes", señala el mensaje papal.
"Le expreso señor Presidente, los sentimientos de mi más grata y distinguida consideración" concluye el texto del Papa quien, le pidió a Sepe también que transmitiera al gobernante de esta isla caribeña, que visitó hace cinco años, que "quiere a Cuba, reza por Cuba y la lleva en su corazón".
El proyecto de apertura de la casa de las brigidianas en la isla, surgió en el 2000, durante la visita de Castro a México para asistir a la toma de posesión del presidente Vicente Fox. En aquella ocasión, la madre Tekla Famiglietti planteó a Castro la iniciativa y, según explicó antenoche la religiosa, el líder cubano envió una "histórica y bellísima" carta al Papa expresando su conformidad.
"Sin la ayuda y la generosidad de Fidel Castro hoy no estaríamos aquí", aseguró la líder de la Orden de Santa Brígida, patrona de Suecia, que tendrá su sede en un convento en el corazón de La Habana Vieja, sumándose a las 52 congregaciones religiosas católicas femeninas y 22 masculinas con presencia en la mayor de Las Antillas. Hace apenas 10 días el Cardenal Ortega dio a conocer una carta pastoral con duras críticas al gobierno y le pidió cambiar su Estado "justiciero" para pasar a uno de "misericordia", donde las familias se reconcilien. Además, pidió más espacio para la labor de la Iglesia, visitada por Juan Pablo II en enero de 1998.
Por su parte, el opositor Oswaldo Payá -que ganó el premio Sajarov de derechos humanos otorgado por la Unión Europea- rechazó que el permiso del gobierno para las hermanas tenga repercusiones. "No es apertura, es sólo un evento", indicó el disidente. (DPA)
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