Año CXXXVI
 Nº 49.777
Rosario,
lunes  10 de
marzo de 2003
Min 20º
Máx 26º
 
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cartas
Fallo de la Corte Suprema

¡Qué mal estaremos los argentinos que tenemos que festejar que una Corte Suprema cuestionada, con jueces cuestionados, políticamente involucrados con el poder de turno, voten a favor del derecho de propiedad! Que se expidan respecto a que lo que es tuyo, es tuyo, y lo que es mío, es mío. Pero como nunca podría faltar la cola al chancho, se refieren sólo a depósitos bancarios y de aquellos que no los hayan necesitado. Es decir de aquellos que lo tenían en el banco y no tocaron un solo peso. Aquellos que por no tener necesidades inminente pudieron pasar un año sin tocar nada. Pero el derecho de propiedad, que es incuestionable desde el punto de vista constitucional, debe aplicarse para todos aquellos que hayan recibido en depósito billetes verdes (ya sea en caja de ahorro, cuenta corriente como por seguros de retiros, seguros de vida en dólares, etc.) porque según lo pactado deben responder por lo que recibieron. No son playas de estacionamiento que no se responsabilizan por lo que dejen adentro del auto. Son entidades que deben recuperar la credibilidad, tanto por ellos como por la Argentina. Deben responder por todos y cada uno de los dólares que recibieron, sea cual fuere lo que tuvo que hacer o firmar el propietario para recuperar lo suyo por el despojo compulsivo. Así como los bancos atrajeron a los clientes con publicidad engañosa para poder girar esos dólares al exterior, de la misma manera, ellos deberían habernos defendido ante el atropello (¿tanto gastaron en marketing directo antes, qué pasó después, se lo olvidaron?). Ellos no demostraron haber obrado diligentemente ni tomaron las medidas técnicas idóneas para evitar el daño que nos infrigieron a cada uno de nosotros y al país mostrando así su complicidad con el gobierno. Distinto es el caso de los deudores ya que como consumidores les ofrecieron un mercadería que los bancos sabían que si había una devaluación no se la iban a poder devolver de la misma forma, ya que los que la recibían cobraban en pesos (diferente puede ser el caso de las empresas que exportan y cobran su mercadería en dólares y pueden pagar en dólares). Los bancos no pueden pecar de inocentes. Los deudores no tienen forma de defensa y es nuestro deber unirnos para que encima que nos hicieron tanto daño a los depositantes no se vayan a quedar con ninguna porción de tierra argentina. Queda mucho por hacer y esperemos poder festejar que los fallos de la futura Corte Suprema obedezcan sólo al bien común de los argentinos. Por ahora me quedan dudas.
Stella Maris Coniglio


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