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Marcha por la paz

Estuve presente en la marcha por la paz, caminé por las calles de la ciudad conjuntamente con quienes considero han comprendido el llamado de la humanidad para parar la maquinaria infernal que está dispuesta a producir un nuevo holocausto en pos de asegurar la estrategia imperialista de mantener su dominio mundial y evitar la debacle de un sistema económico capitalista mundial en decadencia. Pero esencialmente marché por mí y por vos. Sí, efectivamente marché por vos, por tu supervivencia y la de tus seres queridos, y todo aquello que permite mantener viva la llama del afecto y el sentimiento hacia otros hombres y mujeres que conviven a nuestro lado y en la comunidad. Marché porque mantengas la vida y lo poco que nos resta de libertad todavía. No marché para que en ese mismo horario estés sentado en tu empresa, negocio o kiosco o puestito para que al final del día puedas contar cuántos pesitos recolectaste en esas dos horas que duró la marcha. Marché para que te incorpores a ese sentimiento enorme que nos invade a los seres humanos cuando vemos que la injusticia tiene tránsito libre entre los burócratas que regentean los intereses de los poderosos del mundo. Yo marché para que nuestro gobierno no envíe ayuda humanitaria que termina en manos de los que impulsan la guerra, ocultando de tal forma el verdadero accionar hipócrita mientras lanza a los cuatro vientos declaraciones grandilocuentes de su pacifismo. Marché para que esa ayuda humanitaria quede en nuestro país, para miles y miles de niños de nuestro pueblo que sufren privaciones y mueren de hambre o de enfermedades curables. Por eso necesito que reacciones y ante un nuevo llamamiento para parar la guerra estés presente y no dejes que nadie lo haga en tu lugar.
Amílcar Monti