Año CXXXVI
 Nº 49.776
Rosario,
domingo  09 de
marzo de 2003
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Los cambios de hábitos durante las vacaciones suelen traer consecuencias
Cómo evitar las caras de disgusto y el sueño en los primeros días de clase
Los médicos sugieren que los chicos no miren tele la noche anterior, cenen liviano y se despierten lentamente

Cuando mañana suenen los despertadores y los chicos deban comenzar con su habitual rutina de retomar las clases, no serán pocos los padres que seguramente se enfrenten a pequeños con caras de desgano, mal humor, falta de ánimo y sobre todo sueño, mucho sueño. Es que después de tres meses de vacaciones, los horarios de los chicos se modificaron: se quedaban hasta tarde jugando o mirando la tele, se levantaban al mediodía, pasaban largas horas frente a los juegos de video e intentaban escapar -algunos quizás lo lograron hasta hoy- de la tarea de vacaciones. Pero lo cierto es que todos estos cambios de hábitos pueden llegar a influir negativamente en el rendimiento escolar, y es por eso que los especialistas recomiendan empezar a "acomodar el sueño para comenzar las clases". Así, de a poco, los niños no tendrán inconvenientes y podrán adaptarse al período escolar. Para lograrlo, es necesario seguir algunos consejos a partir de esta primera semana de clases.
Según destacó la neuropediatra y especialista en sueño infantil, María Celia Daraio, "después de las vacaciones el sueño de los niños se ha desajustado y es necesario volver a poner el reloj en hora".
La profesional remarcó que "el sueño insuficiente o poco reparador se pondrá de manifiesto con síntomas como inquietud, irritabilidad y somnolencia. Esto puede llevar al niño a estar somnoliento y distraído en clase, y contribuir al fracaso escolar", advirtió.
Daraio explicó que si bien los niños tienen una "tendencia natural" a acostarse tarde, es necesario comenzar a inculcarles el mantener un "ritmo de vida regular". De ese modo, sugirió que los chicos deben ir aprendiendo a "acostarse a la misma hora todos los días".
"Si el sueño nocturno es respetado, la vigilancia, la atención, la disponibilidad, la capacidad de aprendizaje y la de memorización, también estarán conservadas", destacó la profesional.

Cambio de hábitos
Lo cierto es que para respetar el sueño nocturno y escapar a las múltiples caras de cansancio que seguramente poblarán mañana las aulas de todas las escuelas, es necesario seguir algunos importantes consejos.
En tal sentido, los profesionales destacan que la preparación del día escolar empieza la noche anterior y es por eso que recomiendan evitar que los niños vean la televisión y jueguen con algunos videos antes de ir a la cama. "Retardan la llegada del sueño y lo vuelven más superficial", asegura un documento difundido por el Departamento de Estudios del Sueño y la Vigilia del Centro de Diagnóstico TCba Salguero.
Otro de los puntos que habrá que tener en cuenta esta noche será la alimentación. Los especialistas recomiendan evitar las carnes rojas, las bebidas cola y el chocolate. "Es preferible una cena liviana con hidratos de carbono (arroz, pastas, tartas), pollo o pescado", sugieren.
También habrá que evitar "discutir o regañar al niño en el momento de dormir. Las preocupaciones pueden perturbar el sueño".
Según explica la psicóloga Claudia Mendoza desde el sitio de Internet Virtual Educativo, "los cambios en la conducta del niño se pueden dar en un período de duración relativamente breve que no irá más allá del primer semestre del año".
La especialista asegura que los trastornos que pueden sufrir los niños al momento de iniciar las clases, están básicamente relacionados con "problemas de adaptación. Las personas tendemos a necesitar hábitos y costumbres que ordenan nuestras vidas", explica.
Todas estas modificaciones de hábitos que desde mañana empezará a imprimir la vuelta al cole podría llegar a desatar una crisis de llanto o problemas en el sueño. Según Mendoza, una vía de solución a estos problemas pasará simplemente por "escuchar a los niños, sentir sus problemas y angustias".

A la hora de levantarse
Los padres también tendrán que tener en cuenta que mañana no será un día como otro. Los profesionales sugieren "no despertar a los chicos bruscamente e intentar que lo hagan solos o progresivamente".
Es más, también destacan que "después de levantarse es imperativo reservar un tiempo para desayunar".
Y a partir de esta noche, será necesario empezar a armar rutinas para ayudar a que los chicos concilien el sueño. Es aconsejable inculcar el hábito de cepillarse los dientes antes de dormir, darles un beso de las buenas noches, mantener la habitación en calma, ventilada y con temperatura agradable y darles de beber un vaso de leche o un té de hierbas.
Así, los niños irán modificando los hábitos que tanto se alteraron durante las vacaciones y podrán sobrellevar el período escolar sin inconvenientes.



(Ilustración: Ippóliti)
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