Año CXXXVI
 Nº 49.776
Rosario,
domingo  09 de
marzo de 2003
Min 24º
Máx 29º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





La misma fórmula
Schumacher y Ferrari siguen dominando la F-1

Los amantes de la Fórmula 1 que anoche no pudieron observar la apertura del campeonato mundial 2003 (se largó a las 0 hora argentina) podrán sacarse el gusto hoy. Y si no escucharon el resultado por radio o algún amigo indiscreto no se los dijo al oído, podrán verla como si fuera en directo a través de la pantalla de Fox Sports, en su repetición al mediodía.
Claro que si los tuercas quieren observar algo distinto al paupérrimo espectáculo que brindó la máxima categoría el año pasado (en realidad desde hace tres pasa lo mismo, pero el fenómeno se viene acentuando) no podrá ilusionarse mucho, ya que pese a todos los cambios que introdujo la FIA, el dominio de Ferrari y Michael Schumacher se mantuvo inalterable, al menos si se tiene en cuenta la clasificación que ordenó la grilla de partida en el sábado australiano.
Una cosa es irrefutable. Ferrari es el mejor auto y Michael Schumacher el mejor piloto. Esa combinación es letal para cualquier aspiración rival y así se los hizo saber el alemán en su única vuelta clasificatoria. El pentacampeón humilló a sus rivales y Rubens Barrichello quedó muy cerca. En tanto, el tercero Juan Pablo Montoya estuvo casi 1 segundo detrás, una eternidad en la F-1.
Las nuevas reglas de clasificación obligan a los pilotos al máximo de concentración porque se juegan todo a una vuelta. Eso le sobró a Schumacher y les faltó a sus rivales. Fue larga la lista de los que cometieron errores.
Claro que en carrera se iba a ver si los autos cargaron más o menos combustibles, ya que después de la clasificación no se tocaban más hasta la largada. Todo eso no hará más que generar especulaciones en las tácticas y Ferrari tendrá la chance de ratificar su liderazgo en ese rubro.
La realidad de la Fórmula 1, pese a estos cambios y a la eliminación de los controles de tracción y conexión del box con el piloto, cuya incidencia será superior ahora (eso sí es positivo), no encubre la realidad de una categoría que quedó partida al medio entre los poderosos constructores y el resto, que en la pista se traduce en menor parque automotor y casi nada de sobrepasos, la esencia del automovilismo. Así, parece difícil que el GP de Australia ofreciera al cierre de esta edición algo distinto a la abulia conocida.


Notas relacionadas
Minardi miró la letra chica
Diario La Capital todos los derechos reservados