Año CXXXVI
 Nº 49.773
Rosario,
jueves  06 de
marzo de 2003
Min 24º
Máx 31º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Tragedia en el Rosario Golf Club de Fisherton
Un rayo mató a dos golfistas que se cubrían de la tormenta bajo un pino
Un jugador profesional y un aspirante, ambos de 23 años, fueron las víctimas. Fue a 500 metros del club house

Eduardo Caniglia / La Capital

Ya eran las 6 de la tarde y llovía intensamente sobre la ciudad. En el barrio Fisherton, dos golfistas participaban de una práctica de rutina en los links del Rosario Golf Club y ante la ferocidad de la tormenta decidieron refugiarse debajo de un pino. La fatalidad quiso que en ese momento un rayo cayera sobre el árbol y los dos jóvenes murieron en el acto por la descarga eléctrica que recibieron.
El Rosario Golf Club está situado en Morrison al 9800, en el extremo oeste de la ciudad y sus canchas están atravesadas por el arroyo Ludueña. A unos quinientos metros en diagonal del club house, un bellísimo y señorial edificio de dos plantas, ocurrió el trágico suceso. El predio está conformado por varias hectáreas de espacios verdes conectados por pequeños puentes para cruzar el curso de agua.
Ariel Licera era un jugador profesional. Tenía 23 años, estaba disputando el Tour de las Américas y ayer practicaba para regresar a esa competencia. Era considerado "una joven promesa" de ese deporte. José Centurión, de la misma edad, había llegado a la categoría de aspirante y jugaba habitualmente en el Jockey Club.
Los dos muchachos estaban en el hoyo 12, sobre la calle Juan José Paso. Ya hacía una hora que llovía, los truenos retumbaban y el agua caída había provocado algunos charcos sobre el muy bien cuidado césped. Entonces, los otros golfistas que recorrían los links en ese momento regresaron al club house. Licera y Centurión, sin embargo, se quedaron en el lugar y cuando la lluvia se volvió intensa, se protegieron del aguacero debajo de uno de los tantos pinos plantados en el predio. El intento resultó fatal. Un rato después, un caddie encontró los dos cuerpos sin vida. Estaban boca arriba y parecía que "dormían", explicó un testigo del hecho. Y a pesar de la fuerte descarga eléctrica no tenían quemaduras.
Aunque el club house donde funcionan las oficinas del Rosario Golf y un restaurante tiene un pararrayos, el metal no pudo evitar el fenómeno meteorológico. Según indicó Edgar Faure, dirigente de la entidad, los dos muchachos no tuvieron en cuenta una norma que deben respetar los golfistas en caso de una tormenta intensa. "En estos casos nunca hay que ponerse debajo de un árbol porque actúa como contención del rayo y transmite la descarga eléctrica", indicó.

Consternación
Los dirigentes estaban consternados porque "el único rayo que se abatió en la zona" alcanzó a los dos deportistas, que "estaban en la otra punta" del predio.
Inmediatamente llegó al lugar una ambulancia de una empresa de emergencias privada, pero ya era tarde. Los médicos sólo pudieron constatar el fallecimiento de los jóvenes.
A pesar de su edad, Licera ya se había destacado como deportista. Este año había participado en cinco torneos y estaba ubicado en el puesto número 43 del ranking del Tour de las Américas. Entre enero y febrero había jugado en países de Centroamérica participando del Panamá Open y del Master Panamá, el Costa Rica Open, el Guatemala Open y en Los Encinos. El año pasado había terminado ranqueado en el lugar 38 y su carrera era ascendente.
Ayer a la tarde cuando intentaba tirar golpes al hoyo para regresar a esa competencia encontró la súbita muerte.
Ya había transcurrido una hora y media del fatal accidente y los dirigentes de la tradicional entidad del deporte local intentaban localizar a los familiares de Licera y Centurión para darles a conocer la desgraciada noticia. Poco después, de un auto de la empresa Nuevo Central Argentino bajaron varias chicas. Eran parientes de uno de los muchachos y apenas atravesaron la puerta del Rosario Golf Club estallaron en llanto.
Un rato antes, algunos socios habían coincidido en que los golfistas eran "dos pibes extraordinarios y bellísimas personas". A su lado, otro socio recordaba a Ariel como "un muchacho excelente y humilde".



Los cuerpos de los golfistas quedaron bajo un pino.
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados