Llegaron en bicicleta y mataron a un ex convicto

Julio Cinento recibió un tiro a quemarropa en Garay y Vera Mujica. Estiman que fue un ajuste por drogas

Julio Omar Cinento tenía 36 años y varios antecedentes penales por robo y delitos contra la propiedad. Pero hacía dos años que, según los registros de la policía, había recuperado la libertad y no había vuelto a caer preso. Antenoche, dos hombres jóvenes lo cruzaron en la esquina de Garay y Vera Mujica mientras tomaba una cerveza sentado en la vereda y lo ejecutaron a sangre fría de un disparo en la cabeza a pocos metros de su casa.
Para los investigadores de la Brigada de Homicidios y de la seccional 18ª el crimen tiene todos los ingredientes de una venganza. Al parecer Cinento no ofreció resistencia y recibió el disparo mortal en la cabeza cuando aún permanecía sentado sobre el cordón. La policía trabajaba ayer en esa dirección y en tal sentido dos chicas conocidas de la víctima estuvieron durante casi toda la mañana en la comisaría de avenida Francia al 3200, donde prestaron declaración testimonial.
En base a los datos que aportaron las muchachas, los investigadores habrían obtenido los apodos de dos sospechosos que fueron mantenidos en reserva mientras se libran las órdenes de allanamiento para buscarlos. Un oficial dejó entrever que el caso tendría como trasfondo el tráfico de drogas.
El martes poco después de las 21, Cinento se encontraba con un amigo o vecino. Había comprado una cerveza en el quiosco que está en Garay y Vera Mujica, una zona de villa miseria muy cerca de la seccional 18ª. La víctima vivía a pocos metros de allí y, según las fuentes consultadas, trabajaba actualmente como vendedor ambulante y paquetero.
Cimento se hallaba sentado sobre el cordón cuando aparecieron dos muchachos en bicicleta. Cuando estuvieron frente al vendedor ambulante, el joven que iba montado sobre el caño del rodado bajó de un salto, desenfundó un arma y disparó a la cabeza de la víctima desde una distancia de entre dos y tres metros. El hombre murió prácticamente en el acto. Poco pudieron hacer sus familiares y una ambulancia del Sies que lo trasladó al Hospital Clemente Alvarez.
Un vocero de la investigación señaló que no estaba confirmado el tipo de arma utilizada en el crimen, pero aclaró que puede tratarse de una de grueso calibre. "Está entre un 32, un 38 o una escopeta recortada", añadió la fuente.
Tras el estampido, los agresores desaparecieron, al igual que la persona que acompañaba a la víctima. Unas horas después, los policías localizaron a dos muchachas del barrio conocidas del hombre asesinado que declararon durante toda la mañana en la seccional 18ª. El secreto de sumario impuesto por el juez de instrucción Jorge Eldo Juárez no permitió conocer detalles aportados por las testigos, pero trascendió que orientaron la investigación hacia dos sospechosos.